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Mientras tantoNgoma (11): Músicas del Golfo de Guinea

Ngoma (11): Músicas del Golfo de Guinea


Después de haber pasado por el Sahel y el Cuerno de África cambiamos de latitud y de clima para hacerlo también de paisaje sonoro. El Golfo de Guinea (que abarca a su vez dos golfos interiores: el de Benín y el de Biafra) cubre las costas de diez países africanos desde Liberia a Gabón pasando por Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benín, Nigeria, Camerún, Guinea Ecuatorial y Santo Tomé y Príncipe. Dentro de esa delimitación geográfica (aleatoria como todas, pero práctica según el interés) se encuentran algunas de las músicas más prolíficas del continente, como la nigeriana o la ghanesa, y algunas artistas de talla mundial. Veamos solo una pequeña parte de tan variada riqueza.

Desde Camerún podremos escuchar a la que ha sido calificada como «la voix d’or du Cameroun», o la «Cesaria Evora camerounaise». Anne-Marie Nzié, que falleció hace solo unos años, es toda una leyenda en Camerún, donde se la conoce como la «Maman de la musique» (también ha sido reconocida fuera de su país y entre otras distinciones ha recibido la Legión de Honor francesa). Todo ese aura se puede percibir en lo que fue la celebración de los cincuenta años de independencia del país: solo hay que ver cómo la reciben. Y cómo entra en el escenario, tan mayor y torpe como digna y poderosa. En este vídeo canta su mayor éxito, la canción Liberté, que ha sido un himno para muchas generaciones camerunesas. Anne-Marie Nzié mezcla jazz, rumba y bikutsi, un ritmo popular y danza tradicional de Camerún. Su disco Bèza ba dzo tiene algo de todo eso y mucho de su arte y personalidad.

Desde Camerún viajamos a la isla de Bioko, que junto con la regiÓn continental de Mbini forman Guinea Ecuatorial, antigua colonia africana española y cuyo eterno presidente (el más longevo de cualquier país del mundo), Teodoro Obiang, acusado de constantes violaciones de los derechos humanos y paradigma de corrupción endémica, ha sido recibido más de una vez y con honores en nuestro país. Pero Guinea Ecuatorial no es solo este presidente ni tampoco unas cuantas palmeras en la nieve. Es tambien la tierra de las Hijas del Sol, representantes de la cultura bubi de la isla, pero también de lo que signifca el salto de la cutlura africana al resto del mundo. Porque la tia y la sobrina que forman este duo han tenido durante años un gran exito internacional. De hecho, aquí en España nos sonarán porque llegaron a ser numero 1 de los 40 principales con su tema ¡Ay, corazón!. Aunque para ser sinceros, dista mucho del discazo que es Sibeba, que quiere decir «aquello que se quiere conseguir». En este álbum con título tan inspirador se hayan ritmos y melodias que parecen venir de profundidades lejanas, como de un «arcano indescifrable». Cantan en su lengua materna, pero también lo hacen en español y tienen unos momentos a capela sublimes.

Y de Guinea Ecuatorial saltamos a Togo. Desde allí sigue sonando una de las voces más famosas de las décadas de los 60 y 70 de la música africana, a pesar de que murió tempranamente a los 28 años. La cantante más conocida de Togo se llama Bella Bellow y quizá su historia sea una metáfora de aquellos años en los que, con las independencias africanas, corria una ola de ilusión y entusiasmo por el continente y que en poco tiempo dio paso a la desilusión provocada por las crisis ecónomicas, sociales o bélicas. Bella Bellow alcanzó uno de sus puntos álgidos tras la actuación en un evento espectacular que fue el primer Festival mondial des Arts nègres en Dakar, celebrado allá por 1966 y auspiciado por uno de los políticos y escritores más importantes de la Africa del siglo XXI: Lèopold Sèdar Senghor. Uno de los temás más famosos de Bellow es Lafoulou, que forma parte de su disco Rockia, con el que dicen que supo modernizar la música togolesa, que por momentos destila un aire a Miriam Makeba, y que está llenísimo de su voz.

Navegamos ahora hacia Benin para conocer a Angelique Kidjo (gran admiradora por cierto de Bella Bellow), una de las artistas africanas más reconocidas mundialmente y más importantes en la actualidad. Ha sido nominada y premiada varias veces en los Grammy y ha tenido colaboraciones con artistas internacionales de primer orden de los ultimos años. Sus álbumes son muy diferentes y combian registros muy diversos, como muestra uno de sus discos nominados a los Grammy: Black Ivory Soul (su famoso tema Afirika del vídeo de más abajo forma parte del mismo). Creo que es una buena muestra de esa variedad que surge natural de musicas de todo tipo (pop, brasileira, latina o africana) y cantada en distintos idiomas. Por cierto, en su disco Celia, homenaje a la misma Celia Cruz, se atreve también con el español.

Para llegar a Ghana nos acompañaremos de este extracto de una carta redactada por el escritor angoleño José Eduardo Agualusa para el mozambiqueño Mia Couto, en la que habla de una nueva generación de escritores africanos criados fuera de las fronteras de África como Chimamanda Adichie, Taiye Selasie o Teju Cole:

«O que distingue estes escritores das gerações mais velhas, dos «pais das literaturas africanas», digamos assim, é a sua sofisticação e cosmopolitismo. […] Creio que eles já não vivem o dilema estafado e enfadonho do confronto entre tradição e modernidade. A tradição só lhes interessa na exacta medida em que lhes permite afirmar uma certa modernidade. Ou enfim, como dizes, e muito bem, o pensamento deles tem mais asas que raízes. Trata-se […] de uma geração póstnacionalista: por uma lado, estão mais preocupados em afirmarem-se como escritores do que como nigerianos; por outro, são bons saltadores de fronteiras, sentindo-se á vontade tanto em Lagos quanto em Londres ou Nova Iorque»
GRANTA Número 4. África. Cartaria

Estas palabras de Agualusa pueden servir para definir a la artista de origen ghanés Jojo Abot  y a su música, que según ella misma supone una nueva búsqueda de su identidad «in a growing global conversation around shared space and shared identities«. Una artista polifacética que se siente cómoda en Accra, Copenhague o Nueva York y que también toca otras disciplinas como la fotografía o el cine. Su visión ecléctica y desacomplejada de la creación le hace tener influencias del soul, del jazz, del afrobeat y de ritmos tradicionales africanos, siempre acompañados de una voz suave, elegante y muy versatil. Son una muestra de ello su EP Fyfya Woto y la canción To li

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