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Mientras tanto"No dialoguen, por favor"

«No dialoguen, por favor»


 

 

Si le diéramos una trompeta o trompeto a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que a diario limosnean en la rúa do Hórreo, nos íbamos a enterar del concierto. La mayoría son cincuentones o sesentones con aspecto de recibir felicitaciones cada 19 de marzo. Esta mañana uno ojeaba el XL Semanal. Si al amanecer levanto la cortina, veo siempre en la acera de enfrente a otro con las piernas cruzadas, la mochila a un lado y palomas que mendigan migajas a su alrededor. En la misma calle, en la tienda de Victoria se despachan empanadas recién pescadas. Cuando son del día anterior, María las abarata. La suelo ver tras la cristalera de sol a sol, de luna a luna con horario de invierno. Se prende la coleta con un bolígrafo y es la única persona que me llama neniño sin ruborizarme. Metros más abajo, está el Parlamento de Galicia. Estas semanas he seguido algunas sesiones de la comisión de presupuestos. «No dialoguen, por favor», les pide el presidente cuando dos o más diputados se enzarzan durante la intervención de alguno de ellos.

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