El Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México (MAM) acoge una exposición comisariada por Sol Henaro que por sí sola justifica embarcarse en un viaje con «Los sinsabores del verdadero policía» (novela póstuma de Robeto Bolaño, si se puede dar por asumible ese oxímoron) en el bolsillo para echarse a la cara esta retrospectiva sobre el No-Grupo, influyente colectivo del arte mexicano en los años setenta del siglo pasado. Con el subtítulo de «Un zangoloteo al corsé artístico», con piezas como «El pene como instrumento de trabajo», de María Bustamante para No-Grupo, o «El futuro del capitalismo», obra de Rubén Valencia también epigrafiada «para No-Grupo», el colectivo fue acusado, «a pesar de la contundencia de sus escasas once intervenciones públicas en seis años (hasta 1983), como recuerda Marcelo Expósito en el suplemento cultural de «La Vanguardia», de «carecer de una ideología sólida».