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No sin mi Lucille

 

Hace un par de días lo han aprobado en el Parlamento; en España nos jubilaremos a los 67 años. Toda una vida, primero estudiando y luego trabajando (excepto los herederos, claro) con el anhelo de que, algún día, todo esto terminará y podremos dedicarnos sólo a disfrutar. Muchos no saben cómo y acaban vencidos por la rutina de ver los días pasar, otros, mejor preparados para el ocio, se refugian en lecturas, viajes, aficiones y otras actividades más acordes con el otoño de nuestras vidas.

Sin embargo, hay personas para quienes lo de la jubilación no tiene ningún sentido porque no existe.

Nació el 16 de septiembre de 1925. Su carrera empezó en 1947. En Arkansas arriesgó su vida para salvar a su guitarra del fuego que dos hombres, que se peleaban por una mujer llamada Lucille a quien le compondría una canción, provocaron en el local donde estaba actuando. Ha llegado a hacer 300 actuaciones en un año. Se le conoce como BB King y, a sus 85 años, todavía no se ha jubilado. Aunque en 2006 anunció su última gira europea, este año volvemos a tenerle por aquí acompañado de su inseparable Lucille.

Tantos años de carretera están llenos de anécdotas y curiosidades. Como cuando en noviembre de 1973, en un concierto en el Palau de la Música de Barcelona, coincidió con Miles Davis, que había actuado el día anterior. Dos reyes compartiendo el mismo trono para interpretar “You know I love you”.

Cada año, en Indianola, la ciudad que vio nacer a Riley B. King, destapa el tarro de las esencias del blues durante la primera semana de junio en el festival que organizan para celebrar el regreso del Hijo Pródigo. ¿Llegará el día que no se vuelva a marchar? De momento no parece. Ahí va a seguir, sentado en un taburete sobre el escenario y con Lucille al hombro, así es como el Rey del Blues ha decidido disfrutar de la vida.

@Estivigon

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