Son tantas las demandas recibidas (por favor, si me queréis, dejad de enviarme cartas a casa, no me da el buzón) solicitando seguir con la serie No te lo folles, que me veo obligada, es una obligación moral, casi como las del Pp, en continuar esta hermosa serie que, de seguir así, se va a convertir en un culebrón como el de Bárcenas. Y si no, al tiempo.
—Como norma general, no te lo folles si te manda mensajes diciendo Ola k ase?
—No te lo folles si se tapa la calva a lo Pepe Oneto, por mucho que el tipo te parezca atractivo o que tenga un buen puesto. Majo, si tienes alopecia lo mejor es llevarlo con dignidad. Mejor afeitarse, aunque no tengas la cabeza perfecta, que intentar disimular ese cráter volcánico con el resto de mechones lacios que te quedan. Si no quieres raparte, ¿has pensado quizás en la posibilidad de pintarte la calva antes de salir de casa?
—No te lo folles si te lo llevas a casa y te vacía la nevera. Lo sé, eres de izquierdas, eso está bien, pero ser de izquierdas y querer compartir no significa necesariamente ser gilipollas. A casa se viene ya comido y bebido.
—Ni un polvo con él si en la primera cita se dedica a contarte cuánto gana (esto sólo pasa cuando gana mucho, si es perroflauta este tema no será objeto de debate). Si intenta impresionarte con el sueldo o con el coche, fijo que la tiene pequeña.
—No te lo folles si en los mails, guassaps u otros se despide como: El duque-em-palma-do. Semejante ordinariez denota que el tipo es un gañán lo mires por donde lo mires.
—Por supuesto, no te lo folles si es votante del Pp.
—No te lo folles si, sin apenas conocerle, te está enseñando las fotos de sus hijos. A ver, que tú buscas follar, no convertirte en la madre de los retoños. Ni en su madre tampoco.
—No te lo folles si en la primera cita te habla varias veces de su madre. Esto denota algún tipo de problemática a lo Norman Bates.
—No te lo folles si en las primeras conversaciones te cuenta todas sus penas, desengaños y problemas. No, no eres el teléfono de la esperanza.
—No te lo folles si eructa.
—No te lo folles si se llama Willy Toledo, Nacho Escolar o Sostres.
—No te lo lleves a la cama si el tipo (o tipa) es un anuncio publicitario andante, no me refiero a éstos que compran oro, no, sino a los que llevan ropita de marca, con la marca tan grande que parecen banners (y me da igual que sea Ralph Lauren, Tommy o Adidas).
—No te lo folles si lleva dientes de oro. Lo sabemos, a mí también me gustó Gato Negro Gato Blanco y la música de Emir Kusturica, pero nada más.
—No te lo folles si hace peinetas en público. Eso denota muy mal gusto y poca educación y es signo de que le huelen los pies.
