Tengo una gran vida social y ligo mucho, en las redes sociales básicamente. Ligar por redes sociales es trendy, ¿quién no lo ha hecho? La gente ya no sale a ligar ni a vivir: lo hace todo vía on line. A mí, sólo en Twitter, me han invitado a desayunos, me han llamado culta e interesante, me han insultado, me han invitado a ir a la playa, me han propuesto amor eterno (del que dura dos horitas), me han propuesto relaciones lésbicas… todo muy virtual, y por extensión, más irreal que Rajoy en un cuarto oscuro… o ¿esto no es irreal?
Al tema. Por aclamación popular (y con ello no me refiero a la de Génova, que también, porque sé que me leéis pillines facinerosos), debo hacer una segunda parte de aquel post de abril titulado No te lo folles.
Cienes y cienes de sacas de correo me ha traído la cartera… “Por favor, me dijo, respóndeles porque me estoy dejando la espalda de cargar”. Así que, lectores/as, en el caso de que quede alguno porque con la que está cayendo no me extrañaría que ya no tuvieséis trabajo desde donde leer estos posts, ahí van más reglas básicas para evitar coitar cuando el sujeto no lo merece.
—No te lo folles si es discípulo de Carlos Jesús (el de Raticurí) y lleva una ristra de llaves colgadas del pantalón. Ahora en verano, que no se usa abrigo, los distinguiréis mejor.
—No te lo folles si se pone pantalones fosforitos con polos de otro tanto… Además, éstos son gays seguro.
—Tampoco si te dice que es atleta: éstos no follan, sólo entrenan, así que para qué perder tu tiempo.
—Por supuesto, nada de follar si calza náuticos, un tipo de calzado ya denostado y que suele gustar mucho a los votantes del PP (que también son de otra época, del Pleistoceno por lo menos).
—No te lo folles si te habla de Dios o te regala speaches gratuitos (que tú no has pedido previamente) sobre el perdón, la moral y tal y cual. A la cama conviene llegar sin moral. Y limpios, eh? Esto último muy importante.
—No te lo folles si en la primera cita te habla de su ex. Una cosa es follar y otra, ser psicóloga (aunque es verdad que las psicólogas también follan, pero no en horarios laborales). Esto también es extensible para ellas, que hay cada brasa lamentándose de lo mal que las trataron sus novios… por algo sería pesadas!
—No te lo folles si en la playa se pone bañadores inspirados en Alfredo Landa o si se los pone de éstos de marcar paquete. Qué poco estético y qué falta de gusto: aunque el tamaño importa no es cuestión de ir ahí con el calcetín metido y vanagloriándose de ello. Discreción.
—No te lo folles si no distingue entre “a ver” y “haber” o entre “ahí, hay y ay”. A ver, regla de oro: “Ahí hay un hombre que dice ay”. ¿Vale?
—Si te dice frases del tipo “quiero quedar contigo para invitarte a gazpacho y poder comerte los morros” (esto es verídico) o “estoy esperando que llegues con tu caza Zero a mi portaaviones”, toma las de Villadiego y corre.
—No te lo folles si su único tema de conversación es el fútbol.
—No te lo folles si se describe a sí mismo en base a sus posesiones materiales: tengo un Aston Martin, un Saab, mira esta cazadora de tal que me ha costado cual…
—Si en su foto de Badoo se presenta levantándose la camisa y enseñando lorza. Para lorzas, las de tu pueblo.
—No te lo folles si lleva camisa desabrochada enseñando pecho velluno y cadenas de oro. Este sujeto es fácilmente identificable porque acompaña su vestimenta de determinados gestos como rascarse los huevos en público.
—Si le huelen los pies… Peusek joder, o cualquier cosa de la farmacia, que ya sé que nuestro querido Gobierno nos lo ha subido todo, hasta la crispación, pero unos mínimos coño…
—Tampoco si sus uñas de los pies no conocen lo que es un cortaúñas, o sea, estado similar a mi adorado Joaquín Sabina en aquella gloriosa foto del EPS.
Nenes/as.. si queréis más reglas básicas, sólo tenéis que pedirlas. Que para eso está vuestra servidora…