Me vais a perdonar que os disculpe pero ando un poco liado de trabajo, así que no he tenido tiempo de escribir nada interesante (¿y cuándo no es feria en tu blog, diréis?).
Pero como las noticias de la prensa de Burkina Faso ya son de por sí atractivas, os pego una para vuestro conocimiento y efectos.
DELINCUENCIA
Ya os he contado que el país es, en general, uno de los más tranquilos y seguros de África, y puede que del mundo, al menos según mi experiencia personal. Pero hay delincuencia, claro. Pequeñas cosas, nada tremendo si no nos escandalizamos demasiado con las violaciones cotidianas, pero de eso ya hablaré en otra ocasión.
Este es el Palacio de Justicia de Ouahigouya, pero no hay ni Jueces ni Abogados en la ciudad, cuando hay alguna audiencia tienen que venir todos de Ouaga, ¿quién querría vivir todo el tiempo en una ciudad como la mía?
Esta semana pasada estuvo en mi ciudad mi abogado, que venía a la revisión de la Corte de Gran Instancia (o algo así) de una sentencia a muerte (parece ser que sí hay pena de muerte pero hace muchos años que no se aplica, me refiero a que no se ejecuta) de un joven condenado por el asesinato de su padre. Al final no se pudo realizar la vista, me la perdí, porque se les había olvidado traer al condenado, que estaba en la cárcel de Ouagdougou y no en la de aquí.
Al día siguiente volví a presentarme en el Palacio de Justicia porque se veía el recurso de una sentencia por sustracción de fondos públicos por parte de un médico responsable de Sanidad. Pues nada, tampoco se pudo celebrar la revisión del juicio porque el Juez que debía entender de la revisión era el mismo que ya le había condenado previamente en primera instancia.
Me dijo mi abogado que pasarían unos meses (o unos años) antes de que se pudieran volver a ver estos asuntos… entre otras cosas porque los jueces suelen venir al Palacio de Justicia de Ouahigouya una vez al año. Todos están, abogados incluidos, en la capital. Esto de venir a provincias es un coñazo.
Reíros vosotros del estado de la Justicia en España.
Bueno, pues os reproduzco esta noticia aparecida en los periódicos este jueves, 27, sobre las actuaciones de la Policía y su notoria eficacia.
Las comunicaciones de la Policía a los medios de comunicación con presentación de los detenidos y los botines son jugosas. Hay algunas muy divertidas. El de la izquierda, con camiseta blanca es el ‘temible Saïd».
Titular pelín tremendista:
“EL TEMIBLE SAÏD Y SU BANDA, NEUTRALIZADOS”
Os traduzco pasajes de la noticia y los comentarios de los responsables de las Fuerzas del Orden. Se comentan solas.
“El teniente Issa Paré, Comandante de la Gendarmería… ha presentado el botín de los delincuentes (cuidado con los juegos de palabras) compuesto por ordenadores portátiles (3), 1 lector de DVD, 1 decodificador, botellas de gas butano (sin precisar número), 1 carretilla para transportar agua, etc…”
También se cuenta que les han pillado 2 motos, una pistola y 230 grs de cocaína. Han detenido a 5 personas, toda la banda.
Los métodos de Saïd Congo
Delincuente bien conocido por la Policía, Saïd se introducía en los domicilios de las víctimas sin que se dieran cuenta. Según la policía usaba sus poderes místicos y operaba con el torso desnudo. Cuando entraba en una casa los ocupantes no se podían despertar. Con 26 años es también sospechoso de violación de algunas de sus víctimas.
Ha explicado tener un poder místico obtenido de 3 fetichiers (brujos) de Ouaga, Béguédo y Manga, que le permitía entrar a escondidas en las casas.
La investigación de la Gendarmería ha concluido con los interrogatorios de los fetichiers que han reconocido haber dado gris-gris (fetiches) a Saïd para su protección y para conseguir dinero.
Pero Saïd, hombre tradicional a la par que moderno, se metía sus buenos tiros de cocaína antes de allanar moradas y morenas.
Parece ser que el uso, o más bien el abuso, de la coca (no se tiene constancia médica de contraindicaciones de los gris-gris) le llevó a una fuerte depresión nerviosa. ¿Qué hacer en un caso así en Burkina Faso? ¿Ir al médico? ¿Ir al curandero? No.
Bueno, como ya había ‘dado’ en fetiches, gris-gris, unos amigos le llevaron a un pastor, Zosé Compaoré. Pastor protestante, se entiende. Que Dios aquí lo arregla casi todo.
Esta parte de juntar curaciones y rezos, ¡Aleluya!, suele ser más privativa de los protestantes, los musulmanes también tienen sus marabouts, pero los católicos se lo dejan todo a sus santos y sus milagros. Y no hay tantos, pero hay un montón de tontos creyentes. Aquí casi todos.
Se puede ver a la derecha los últimos gris-gris, que parece que ni Dios, ni su Pastor, fueron capaces de encontrar hasta que llegó la Policia y dio con ellos. Pero según el Pastor, y Dios, debía ser suficiente con los dos primeros alijos de gris-gris descubiertos por ellos.
Cuenta el Pastor Zosé Compaoré:
“Nos lo trajeron 3 personas en un estado de depresión nerviosa. Cuando hemos comenzado a rezar por él, Dios nos ha revelado que poseía ‘gris-gris’. Fuimos a buscarlos y los quemamos. Después de la destrucción de este primer lote de gris-gris, el Señor (se refiere a Dios, no al Sr. Saïd Congo) nos ha hecho comprender que tenía más. Así que fuimos otra vez a su casa a destruir los otros (no sé si los Pastores tarifan aparte el kilometraje y gastos de desplazamiento).
Pero cuando hemos empezado a quemar este último lote, una cosa, en forma de remolino o de serpiente, ha salido y se ha dirigido hasta el cielo. Nuestros rezos le han permitido recuperar la salud, pero no sabíamos que era un delincuente…”
Lo que no sé es si lo dice porque no le relacionen con el delincuente o porque tienen una tarifa más cara para chorizos, o un plus de riesgo.
Así son las cosas por aquí. Hay que tener cuidado con los fetiches, con los gris-gris, con los marabouts, con los wacks, y, sobre todo, con los pastores protestantes. Pero ya os contaré más cosas de todos estos profesionales de la Religión.
El artículo continúa con la comunicación de la detención de otra banda (¡tiembla crimen organizado burkinés, las fuerzas del orden no descansan!). Esto está petado de bandas y esta debe ser la famosa banda de los cuatro. Porque son cuatro.
El material incautado por la policía se componía de:
1 cama metálica (no especifica si de 90, 130, 150 cms… aquí lo normal es pasar de 90 a 150, pero no facilitan la información completa, ¿qué habría escrito Kapuscinski en un caso así?)
1 baúl con diversos utensilios de cocina y condimentos (supongo que sal y pimienta, lo mismo también algo de aceite y harina, pero no quiero hinchar los perros como Kapuscinski para ‘adornar’ el crudo relato, no había nada guisado)
1 cocina de camping gas
2 botellas de gas, a saber: 1 de 12 Kgs y otra de 6 Kgs. Supongo que es por el tamaño, lo mismo ni siquiera estaban llenas, los muy ladrones ya habían empezado a derrochar parte del botín.
Para terminar, una de las víctimas, Joseph Balima, ha declarado que Saïd Congo posee efectivamente un poder místico.
¡Quién puede dudarlo, visto lo visto!
Otra cosa es si le sabe sacar partido, porque, la verdad y entre nosotros, tanto gris-gris para que todo acabe tan negro, no sé yo…
De los verdaderos delincuentes, de traje y corbata, ya hablaremos más adelante.
GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS