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o cabras


estas fotografías. En todas ellas, el orden humano está siempre a la vista, pero ha dejado de ocupar un lugar central y se aleja sigilosamente. Los intersticios están abiertos. El resultado es inquietante: hay más soledad, más dolor, más abandono. Pero, al mismo tiempo, hay una expectación que yo no he vuelto a experimentar desde la infancia, desde que hablaba con los perros, escuchaba sus secretos y me los guardaba para mí.

John Berger

O cuando subíamos a los árboles y construíamos casas

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