Sí, efectivamente, han leido bien. La reforma sanitaria de Obama está mas próxima al Seguro Obligatorio de Enfermedad español de 1942 (http://www.ingesa.msc.es/organizacion/origenes/home.htm), que a los modelos de Seguridad Social o posteriores en España y Europa.

Legislar para que todo el mundo tenga, obligatoriamente, un seguro, va contra el corazón del liberalismo norteamericano, en el que cada cual hace lo que le viene en gana con sus dineros. El dinero está mejor en mi bolsillo, piensa el estadounidense. Mi salud es mi problema. Pero cuando miles de personas cada mes deben vender sus casas para hacer frente a la factura de un hospital, al que acudieron por una apendicitis, mortal sin cirugía, las cosas comienzan a ser un problema de todos, no solo individuales.

El seguro obligatorio de enfermedad es un paso. Una gran aseguradora estatal que estabilice los precios y consiga poner freno al disparate especulador de las empresas sanitarias americanas es el segundo (el gran escollo) para esta reforma, la segunda intentona tras la de Bill Clinton.

Esperemos que no sea la segunda reforma abortiva.