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¿OK o KO? KAO

 

Como dice el título, ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario: KAO

 

KAO es una aldea situada a 18 kms de Ouahigouya, la ciudad donde vivo. Mi ciudad (aldea grande) tiene más o menos los habitantes de Ciudad Real, en España, 20.000 arriba, 2.000 abajo (aquí no se tiene registro fiel de la población).

Digo lo de Ciudad Real porque acabo de leer que van a cerrar el flamante aeropuerto que tenían, con una de las pistas más largas de Europa y un despilfarro de más de 1.000 MM de euros.

Nosotros, en mi ciudad, también tenemos aeródromo y, aunque salió más barato, creo que sólo se ha utilizado para que viniera el Presidente cuando la Fiesta Nacional en el 2009 y como candidato para la campaña de las Presidenciales del 2010. Nadie dijo nada de que viniera como candidato a hacer campaña utilizando los medios del Estado, helicóptero incluido, faltaría más.

 

Bueno pues a lo que iba con el título del post, que hay días que piensas que todo va a ir OK y al final estás más cerca del KO. Como este miércoles pasado, 26 de octubre, el día de los niños de KAO…

 

 

Los 24 alumnos de KAO y su director a las puertas de la biblioteca

 

 

Yo no tengo una granja en África al pie de una colina como empieza, más o menos, Memorias de África, yo lo que tengo es una biblioteca (bueno también tengo una granja, pero eso ya es otra historia que algún día os contaré).

Y es una biblioteca y, además, centro cultural por así, pretenciosamente, decirlo. Aulas de informática, idiomas, sala de conferencias, sala de cine, maquis, etc.

El caso es que las tardes está casi llena, pero las mañanas casi vacía.

Así que me puse en contacto con responsables de formación para darle utilidad a unas buenas instalaciones. Y llegué a un acuerdo para que los alumnos más aplicados de las escuelas de las aldeas vinieran a ver una proyección de cine a la biblioteca. Documentales o dibujos animados, a elegir, y así poder salir a ‘ver mundo’.

Y la primera ha sido la escuela de KAO.

 

KAO es una aldea de poco más de 5.000 habitantes, pero lo digo aproximadamente, que nadie sabe con exactitud. En la escuela habrá más de 600 chavales y sólo podíamos llevar a 24 porque no tenemos más que 2 coches y eso después de abrir unas latas de sardinas y ver cómo se colocan y repasar la distribución en los barcos negreros del siglo XIX. Pero es lo que hay…

 

 

   

La Bruja Averías supongo que es la que se ha ocupado de nosotros, últimamente…

 

 

Nos presentamos allí pronto después de recorrer el camino, más que carretera, que separa los escasos 18 kms, que parecían 180, de distancia hasta Ouahigouya. Carretera infernal de tierra llena de baches después de acabada la temporada de lluvias.

Cargamos a los niños en los dos coches pero a mitad de camino el coche de Asséto, mi mujer, dijo un ‘hasta aquí hemos llegado’ y se le partió un eje de una rueda trasera. 

Menos mal que no tuvimos un accidente, no sé qué hubiera podido pasar. Así que me cargué a los 24 niños y al director de la escuela, Mahdi, y despacito continuamos el camino.

En la biblioteca, Manierata, la responsable de Atención al Cliente les estuvo enseñando las instalaciones.

Optamos por ahorrarles la parte de los NoteBooks, TabletsPC y archivos digitales, pero les enseñamos un ordenador, lo encendimos e incluso uno de ellos escribió su nombre con el teclado, aunque nos llevo un buen rato.

Porque la informática puede ayudarte mucho, pero cuando no has visto ni un teclado en tu vida es más complicada de lo que parece.

 

 

Manierata explicándoles qué es esto de una biblioteca…

 

 

Puede que no os situéis en lo que es esto, pero en esa aldea, que está en la misma carretera de Seguenenga, y que los postes de la luz discurren paralelos a la vía, NO tienen luz eléctrica.

Así que no ya ordenadores, ni siquiera televisión, que les gustaría más.

 

Subimos al piso donde está la sala de cine y en la escalera Manierata les preguntó si sabían cómo se llamaba ‘aquello’ (la escalera) y sólo uno contestó étage (piso), porque con seguridad era la primera vez en su vida que subían por una escalera. Pero lo hicieron bien, la juventud aprende rápido si les das la oportunidad, y no tuvimos ningún accidente ni en la subida ni en la bajada.

 

 

Al final optaron por Kirikou y las enseñanzas de que un chico pequeño también puede ‘hacer cosas…’

 

 

Para ellos seguro que fue un día especial, para mí lo fue.

Y lo contarán en casa y en la escuela: conocieron Ouahigouya, la ciudad más importante de la provincia (aunque está sólo a 18 kms, sólo 3 chicos de los 24, confesaron haber estado antes), vieron un ordenador, subieron una escalera y asistieron a una proyección de cine… y, además, pudieron participar en una demostración de sus habilidades. Porque después de la proyección el Director de la Escuela nos pidió, por favor, que si no todos (se nos había hecho muy tarde con los incidentes) al menos algunos pudieran subir a la tarima para hacer lo que habían preparado durante los últimos días.

 

 

 

Las adivinanzas y las charadas venían con las respuestas preparadas. El  director se lo había organizado así: el niño/a decía la adivinanza y los demás levantaban la mano; iba escogiendo quién debía responder y, sistemáticamente, las 2 primeras respuestas eran malas y el 3º que escogía acertaba…, sólo puedes sonreírte ante tanta inocencia, sobre todo del Director…

 

 

Así que fueron subiendo, se presentaban, alto y fuerte para que dios, que se supone debía velar por ellos, les oiga también y desgranaban su actuación… Adivinanzas, charadas (lo mismo que las adivinanzas, pero dando más pistas), poesías, recitados, canciones y finalmente todos juntos cantando Le Ditanyè, el himno nacional, letra y música de Thomas Sankara.

 

 

 

 

Canción con baile incluido

 

 

Les dimos bolsas de agua, caramelos y media barra de pan por cabeza. Y de vuelta a KAO. Esta vez todos en mi furgoneta…, ir con 27 personas, aunque algunas sean pequeñas, es complicado. Tengo que encontrar una furgoneta mucho más grande de pasajeros, a ser posible 4×4, para estos menesteres.

Estoy mirando en España, por si la puedo meter en un contenedor grande que quiero llenar para traer aquí. Si alguno sabéis algo o podéis ayudarme a encontrarlo, ya sabéis mi paradero.

 

La verdad es que a pesar de todos los problemas (no hay un día sin problema), estoy muy contento. La biblioteca va a funcionar también por las mañanas y los chavales que vengan creo que también van a ser un poco más felices, aunque sea sólo por unas horas… y puede que les permita seguir soñando y quizás cambiar su maldita suerte…

Es por ellos que estamos haciendo esto.

 

 

 

Por si alguno quiere votar este blog para los Premios Bitácora, aunque me conformo con algún comentario de vez en cuando…

 

 

 

 

 

 

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