once

Llego a casa y el frigorífico está fuera, vuelvo a casa y la mesa, día tras día mi casa se va, sale, no me espera dentro, mi casa empieza a deshacerse y tengo que esperar, solo queda la vista de las ventanas, creo que las ventanas no quieren abandonarla, la silla tampoco está, ni la ducha, voy a confiar en las ventanas, las ventanas del octavo, desde las ventanas podía ver las líneas, todas las líneas, voy a abrir las ventanas desde fuera, es posible

también tengo unas escaleras

también las dos manos

*

I come home and the fridge is out, I come home and the table, day after day my house is gone, it leaves, it doesn’t wait for me inside, my house starts to fall apart and I have to wait, only the view of the windows is left, I think the windows don’t want to leave it, the chair is not there either, neither is the shower, I will rely on the windows, the windows of the eighth floor, from the windows I could see the lines, all the lines, I will open the windows from outside, it is possible

I also have some stairs

also both hands

Y entonces pasan a una velocidad de vértigo los rostros que admiré, amé, odié, envidié, desprecié. Los rostros que protegí, ataqué, me defendí, busqué vanamente.

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Nocturno chileno, R. Bolaño

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