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Mientras tantoOperación “Arca de Noé Yoko”

Operación “Arca de Noé Yoko”


Imagen de el GARDER de Colombia

Gracias a una operación internacional sin precedentes

El Proyecto Gran Simio (PGS) celebra con enorme emoción y gratitud el exitoso traslado del chimpancé Yoko, que se encontraba en soledad desde hace varios años en el Bioparque Ukumarí (Colombia), al santuario de Sorocaba en Brasil, donde por fin podrá vivir en un entorno natural y con la compañía de otros de su especie. Esta operación internacional de rescate y traslado ha sido bautizada como “Arca de Noé Yoko”, en reconocimiento al enorme esfuerzo colectivo y coordinado a contrarreloj por parte de numerosas instituciones y personas comprometidas con la defensa de los homínidos no humanos.

Tras la trágica muerte de sus dos compañeros —que escaparon por un error del cuidador y fueron abatidos por la policía— Yoko permaneció solo durante años, encerrado en una jaula, víctima de la soledad y la indiferencia. Hoy, su historia da un giro esperanzador gracias a una red de apoyo internacional que demuestra que otro mundo es posible cuando la compasión y la ciencia se unen por un mismo fin.

Desde el PGS, ha mostrado su más profundo agradecimiento a Luis Domingo Gómez Maldonado, representante del Proyecto Gran Simio en Colombia, cuya dedicación y coordinación ha sido incansable; a la senadora Andrea Padilla, por su firme compromiso y liderazgo institucional; a la Fuerza Aeroespacial Colombiana por su extraordinario despliegue logístico y traslado de Yoko en avión de transporte militar hasta el aeropuerto de Bogotá; a Avianca, por hacer posible el transporte aéreo de Yoko hasta Brasil desviando un avión de transporte procedente de Estados Unidos a Bogotá, D.C., expresamente para cargar a Yoko; a la Corporación Autónoma de Risaralda, CARDER y a su Director Julio César Gómez, por su valentía administrativa y apoyo constante; a la DIAN, a la Secretaría Distrital de Ambiente y al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, por su colaboración en los trámites legales; a los responsables del bioparque Ukumarí, y a todas las autoridades e instituciones colombianas que han colaborado en esta histórica misión. Igualmente, extendemos nuestro agradecimiento al santuario de Sorocaba en Brasil y a las autoridades brasileñas por su sensibilidad y rápida gestión ante la inminente caducidad del permiso CITES de entrada.

Imagen de el GARDER de Colombia

Este rescate ha sido una auténtica carrera contra el reloj. Cada minuto contaba para que Yoko no quedara atrapado en un limbo legal y en una jaula sin esperanza. Este esfuerzo colectivo demuestra que cuando se anteponen los valores éticos y el respeto a nuestros hermanos evolutivos, no hay fronteras ni obstáculos que no puedan superarse. PGS siente que se ha escrito una página de justicia y dignidad

Esta operación ha sido posible gracias a la cofinanciación del PGS España, la CARDER, el Bioparque Ukumarí, la aerolínea Avianca, y el propio santuario de Sorocaba. La colaboración internacional y la voluntad política han hecho realidad un acto de justicia ética, biológica y emocional.

Desde el PGS  se hace un llamado urgente a que Colombia se convierta en ejemplo mundial, promoviendo una ley de grandes simios que garantice que ningún homínido no humano vuelva a estar encerrado en jaulas. La historia de Yoko debe marcar un antes y un después.

Los grandes simios son nuestros parientes más cercanos en la evolución. Comparten con nosotros más del 98% de su ADN, emociones, estructuras sociales complejas, capacidad de empatía, uso de herramientas, e incluso una forma elemental de cultura. No pertenecen a los zoológicos ni a la exhibición humana. Deben vivir en libertad o en santuarios, donde se respete su dignidad y su integridad física y emocional.

“Soñamos con un mundo donde ninguna jaula albergue a nuestros hermanos evolutivos. Este es el compromiso y el valor que guía cada paso del Proyecto Gran Simio. Yoko hoy es libre, y con él, damos un paso más hacia una humanidad más justa, consciente y evolucionada”, ha declarado el representante del PGS en España.

Desde esta Organización, se invita a los medios de comunicación y a la sociedad civil a difundir esta historia como símbolo de esperanza y a apoyar la causa por los derechos de los grandes simios. Todos los países del mundo deben seguir el ejemplo de Colombia y legislar para proteger a estos seres sintientes, inteligentes y profundamente vulnerables.

 La última hora de Yoko es que se encuentra bien tras un viaje largo y que ya está en sus instalaciones del santuario de Sorocaba, debiendo estar en ellas hasta que pase la cuarentena y el equipo científico del santuario valore con que grupo de sus congéneres pasara el resto de su vida.

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