Vale, tengo quince años pero no soy gilipollas. Me doy cuenta de que están pasando cosas… pero como no puedo hacer nada sigo a lo mío.
Hace tiempo que oigo hablar de unos que son “estoscabrones”. Lo dice mi padre y los padres de mis colegas y, bueno, nosotros también, pero no sé si hablamos de los mismos. Igual sí.
“Estoscabrones” salen mucho en las noticias y Big Mak se ralla tanto que hay que apagarle la tele.
Que digo que me entero de las cosas.
Le hemos pillado mi hermana y yo mirando lo que él llama su Atlas caducado. Es un libraco que dice que se compró a mitad de precio porque ya no valía. Que el mundo ya no es así.
Nada, que dice que está mirando a ver dónde nos podemos ir para librarnos del Apocalipsis. Problemas.
Al final ha llegado a la conclusión de que solo en un barco en medio del mar te puedes librar.
Entonces Chis ha dicho que en medio del mar no hay cobertura, ni están sus amigas. Y yo me he visto como un idiota con un skate, muerto de frío y sin colegas en un barco. Y le hemos dicho que en el mar no va a venir la vecina de arriba con sus taper, que no queremos más latas.
Y va y se echa a reír. “Así me gusta. Yes, we stay”, dice. O sea que sí, que nos quedamos.
“No les vamos a dejar nuestra civilización a estoscabrones,
pero va a haber que poner los cojones encima de la mesa” nos dice. Le hemos dicho que sí. Chis se ha ido corriendo con sus amigas que la estaban esperando. Y yo me he puesto a matar zombies en la Play.