MAK:
No sé como lo ha hecho. Esta es más grande que la otra. Ahora parará con lo de iros a buscar un buen cajero automático, que quepamos los tres, y unos buenos cartones, y que estén limpios…
Esto es un barrio jurásico. El edificio tiene más de 150 años, había animales vivos por aquí cuando lo construyeron, y desde luego no se había inventado el ascensor. No hay. Dice mi padre que nos vamos a ahorrar un pastón en gimnasios. ¡Morrooo!. Yo me quise apuntar una vez a uno y me dio dos cartones de leche para hacer pesas y a ver que tal y según te aficiones ya veremos.
Chis está encantada. Dice que estamos en zona chic. Es que justo debajo está la terraza de moda donde va con sus amigas. Ha sido la excusa para quedarse con el cuarto que da a la calle.
Me da igual. A mi me ha tocado un cuarto cuatro veces más grande que el que tenía.
Dice Big Mak que las casas tan antiguas tienen presencias. No sé si habla de fantasmas. Espero que no. Los fantasmas no rentan.
Por si eso, me estoy fijando mucho, pero solo oigo los ruidos de la calle y los del patio. Bueno, y la muermo-música que se pone mi padre cuando está haciendo sus tonterías.
Pero sí que tenemos una presencia del pasado. Esto antes era una oficina. Queda una placa en la puerta que dice: “Gainer & Gomez, Investigaciones”. Big Mak la quiere quitar pero yo quiero que la deje.
Vivo en una ex-oficina de detectives, donde los crímenes están escondidos detrás de las puertas…chan, chan, chaaan…