Hoy escuché esta breve conversación entre un hijo y su padre (era de noche y caminé más lento):
–Papá, ¿algo que nunca deberías hacer?
–¿El que hijo?
–Tomar un objeto móvil como punto de referencia.
De vuelta a casa pensé en escribir esto (conducía de noche, no me crucé con nadie, sin luces):
Mi padre lee el periódico cada día y mira a las estrellas las noches de verano, ama a mi madre y quiere mucho a sus dos hijos; ahora hace esculturas con los troncos caídos del temporal y cultiva girasoles porque son espigados y dan pipas en una esfera.
Vive junto al mar y se baña a solas durante el invierno.
Mañana le diré (de noche, después de la cena, dormirá tranquilo) a última hora:
–Papá, ¿algo que deberíamos hacer?
–¿El qué hijo?