Qué azul es ese mar es la propuesta escénica que estos días puede verse en el Teatro del Abasto de Buenos Aires, una obra sobre el pasado y sobre su registro: ¿qué relación tenemos con lo que fuimos? ¿Qué de ello queda en nosotros? Eleonora Comelli, su directora, abre en el espectador una instancia de reflexión que no se cerrará fácilmente. A partir del cortometraje Crucero, elaborado con secuencias de video que registran las vacaciones en el mar de una pareja a lo largo de años de su vida, Que azul que es ese mar consigue involucrar el cruce de dos líneas temporales: aquel momento pasado y una etapa posterior, donde los cuerpos de dos bailarines jóvenes y dos experimentados artistas son las caras de una moneda. “Como el oleaje del mar, las memorias van y vienen, y nunca son idénticas al romper en la costa. Cuál es el presente no parece una pregunta válida: la pareja joven y la pareja anciana se ven la una a la otra simétricamente, y cruzan sus caminos, abriendo una línea de fuga hacia la cuarta dimensión”, afirma la periodista María José Rubín en la revista Revol.