Os contaba en mi último post cosas sobre la vida y la muerte por estas tierras.
Aunque la muerte es más o menos igual por todas partes: electroencefalograma plano (hay gente que lo disfruta en vida), cardiograma más o menos lo mismo, rigor mortis, etcétera, pero lo que cambia es la forma de alcanzar ese último estadio.
Ya os he contado cómo se llega a ello en Burkina Faso: a toda hostia en cuantito que te descuidas un poco la salud.
Aquí la Parca no lo es, parca, en su frenética actividad, que no para ni un minuto.
Otra cosa también especial por aquí es que se celebra mucho esto de las muertes y los entierros. Y no me refiero a que hagan fiestas y jolgorios, sólo a que hacen fiestas laborales.
Si te pide un empleado permiso para ir a dar el pésame o ir a un entierro no te puedes negar, da igual el grado de proximidad del finado.
Porque no te creas que aprovechan a ir en el descanso de al mediodía o cuando acaban el trabajo por la tarde, no señor, la actividad de las empresas, que hay pocas, o de los servicios de la administración, asociaciones u ONGs, que hay a cascoporro, se paraliza.
Y, la verdad, es que así es difícil que el país se pueda desarrollar mucho.
Y cuando digo que cierran (vuelva Ud. mañana), es que se echa el cierre.
El lunes de la semana pasada murió una profesora del colegio de Latifa, mi hija. Pues cerraron el colegio, con dos cojones, desde el martes hasta el jueves, ambos incluidos.
Que yo no digo que no haya que dolerse y apenarse, pero no se puede tener todo un país a medio gas todo el tiempo, ni que fuera gas Zyclon.
Otra forma de celebrarlo es poniendo esquelas en los periódicos…, los que pueden pagárselas, claro.
Pero todos los que tienen posibles se dejan lo que haga falta para señalar la pena, penita, pena, por la muerte de su ser querido.
Y bien clarito de poner a qué secta perteneces, si musulmán, católico o protestante.
Lo que no he llegado a encontrar es ni una sola esquela en la que la referencia religiosa sea animista.
Por dos razones (o tres), quizás:
—De una parte porque está mal visto entre los ricos parecer inculto, anclado en los ancestros.
—O puede que no hay un solo rico que sea sólo animista y que todos se han apuntado a cualquiera de las otras religiones, que eso siempre ayuda a trepar o promocionar.
—-O puede que, después de tres años leyendo las esquelas de los periódicos de Burkina Faso, haya encontrado a alguien que sea sólo animista.
Os pego a continuación la foto de la esquela.
Un amigo sueco intentó crear una Asociación de Artistas, Artesanos y Ateos en Burkina (la Triple A, según él) y se le apuntó mucha gente, pero en la sección de ateos sólo estaba él mismo…
Es de un oficial de la aduana y cuando la vi por primera vez la leí y la releí un montón de veces. No daba crédito.
SÓLO ponía “PAIX À TON ÂME”, una especie de DESCANSE EN PAZ nuestro, pero nada de misa o recibir céntuplos de lo que hayas cotizado, etcétera.
Por un momento pensé que, ¡por fin! ¡aleluya!, había encontrado un ateo.
Ahora me inclino más por pensar que es sólo un extraño ejemplar: un animista, comme il faut.
GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS