Así sonaba el estribillo de una canción que hizo furor antaño.
Y es que no hay nada como el amor para perder la cabeza. Aunque, naturalmente, suele ser en sentido figurado.
En burkina Faso puede ser también literal.
La verdad es que no sé si la gente se enamora y siente y queire como en todas partes, me imagino que sí. Lo que pase es que como les veo siempre tan obsesionados con eso de casarse, sobre todo a las mujeres, a veces tengo la sensación de que el amor es lo único que no importa.
No me malinterpretéis pero con el nivel de infidelidad tan alto de las mujeres del país (el de los hombres supera el 100%) parece como si el amor no les importara lo más mínimo a la hora de casarse o tener una relación.
Por otra parte empiezo a pensar que nuestros esquemas de amores, relaciones sexuales, etc no son los mismos, al menos que los esquemas que yo traía.
Y yo he sido una persona promiscua toda mi vida, en el sentido más poético de la palabra.
Recuerdo un día que mi abogado me contaba las tribulaciones de su femme de menage (chacha) porque su familia se oponía a la relación que tenía con un hombre con el que se quería casar.
Mi abogado, hombre curtido en la negociación, se propuso como intermediario para tratar de convencer a la familia de ella.
Así que le pidió todos los datos posibles del novio para interceder y presentarle como el mejor partido posible o una aceptable relación calidad/precio…, o bien, ¡última oportunidad!, o ¡esto son lentejas!, o no hay más cera que la que arde…
Cómo se llama, dónde vive, de dónde es, su familia, en qué lugar se enamoró de ti, dónde y en qué trabaja…
La interfecta pudo balbucearla respuesta de alguna de las preguntas, pero fue incapaz de responder a qué se dedicaba, dónde trabajaba o cómo se ganaba la vida…
Pero estaba completamente dispuesta a dejarlo todo para irse con el tipo del que no sabes ni qué número gasta o cómo se las gasta o si te va a montar un número…, lo que se dice perder la cabeza ¿por amor?.
También están las que, literalmente, pierden la cabeza.
Como en el artículo que os traigo esta semana.
El caso es ganarse la vida, aunque sea a costa de la de los demás…, la miseria es muy mala
Un tipo le corta la cabeza a su novia para venderla por 300.000 Fcfa (450 €).
Cuando yo era joven eran típicas las historias de los viajantes de comercio que seducían y engañaban a las chicas de provincias, empleadas de hogar en gran parte, sacándolas todos sus ahorros valiéndose de su labia.
A muchas de ellas no sólo no las llevó al altar sino que acabaron entrando en la iglesia para recibir los santos óleos.
Pues aquí, en Burkina Faso, puede ser más de lo mismo, pero como nadie tiene ahorros ni nada como para poder robarles, les empiezan robando el corazón y pueden acabar perdiendo la cabeza.
Menos mal que sigue habiendo personas con escrúpulos y el presunto comprador acabó denunciando los hechos a la policía…, aunque no deja de ser todo un poco extraño. Porque dudo que el vendedor se paseara por la mina de oro ofreciendo la cabeza como el que pasa ofreciendo bocatas de calamares…
El periódico nos ahorra la visión de la cabeza cogida por los pelos…, pero nos regala la imagen de los buscadores de oro que rechazaron la cabeza…, no se sabe muy bien por qué. El joven de la camiseta blanca es el que abortó la operación
Se supone que con una cabeza humana puedes hacer un encantamiento lo suficientemente fuerte como para poder encontrar una estupenda veta de oro y ganar mucha pasta, ¿conocía a la chica y le entraron remordimientos?, ¿le parecería al comprador que la mercancía no estaba en buen estado o caducada?, ¿pretendió denunciar en Consumo y le remitieron a la Policía?
Lo que no tiene desperdicio es el traslado del detenido y la cabeza en moto de alta seguridad (va esposado)
Preguntas, preguntas, nadie tiene todas las respuestas…