Por primera vez, el Museo da Língua Portuguesa de Sao Paulo dedica una exposición a un autor portugués, y quién mejor que el padre de prolíficos heterónimos, Fernando Pessoa, para despertar el deseo de seguir internándose en la obra del autor del «Libro del desasosiego». Como señalan Richard Zenith y Carlos Felipe Moisés, comisarios de una muestra que es una verdadera puesta en escena, «el objetivo no fue defender que todos debemos tener heterónimos, sino apenas subrayar, como hacía el poeta, que no existen seres unívocos y coherentes».