¡Arre, Platero, arre! Ahora que dejamos atrás el centenario, el año 2014 en el que las calles de Moguer han valorado aún con más énfasis a su premio Nóbel, recordamos en la voz de un niño la narración más popular de Juan Ramón Jiménez. La localidad onubense vuelve a llenarse cada Navidad de pequeños que se pasean por el pueblo vestidos del poeta y de niñas que se disfrazan de Zenobia Camprubí para junto a los burros recorrer las calles de un pueblo lleno hoy de fresas en lugar de «uvas, naranjas y granados». Platero y yo, un cuento eterno.
Texto por Patricia Gardeu