Sobra la equiparación de Jerjes con Gadafi, sobran las imágenes de las rebeliones árabes en dos pantallas enfrentadas, como sobra la guerra de las SS que se calza el persa cruel al final de la representación. No necesitaba para nada Francisco Suárez esos subrayados para hacer más contemporánea su versión de “Los persas”, la incandescente pieza de Esquilo vertida a un español de plomo fundido, oro inteligente, por el poeta, crítico y ensayista Jaime Siles. En los cuerpos y las voces de un puñado de actores que vuelven a demostrar lo alto que raya el teatro español, Albert Vidal, Miguel Palenzuela, Alicia Sánchez, Inés Morales, Jesús Noguero y Críspulo Cabezas, estos persas nos conmueven, nos conciernen y nos hacen volver a pensar en la deriva de nuestro tiempo, en lo que vivimos y en lo que permitimos que hagan en nuestro nombre.