Me toca bucear por datos europeos de pobreza y desigualdad de las últimas décadas y el histórico que ofrece Lis Data Center es el más amplio que he encontrado. Le faltan las últimas referencias, pero para eso ya está Eurostat. En este artículo no me voy a referir a los datos de más rabiosa actualidad, sino a las tendencias que se observan desde finales de los años ochenta (mediados de esa década en algunos casos o incluso los años setenta en otros ejemplos) hasta principios de los 2000 o los primeros años de la década actual. Es interesante ver cuáles han sido las tendencias en un plazo más amplio, no ceñido estrictamente a la última crisis.
La tónica en todos los países europeos en términos generales apunta a un incremento de la desigualdad, medida por el índice Gini, y a un crecimiento de las tasas de pobreza, pero esto último con un camino opuesto según franjas de edad: mientras el porcentaje de personas mayores con rentas por debajo del 60% de la mediana no ha hecho más que decrecer en los treinta últimos años, el de niños en la pobreza ha aumentado sin cesar y en muchos casos, de manera dramática.
Pongamos como primer ejemplo uno de los países que se considera modélico, Finlandia: en 1987, la tasa de pobreza estaba en el 10,70%, en 2013 pasó al 14%. Entre los niños, subió desde el 6,83% hasta el 9,65%, en cambio, entre los mayores, bajó desde el 32% hasta situarse por debajo del 21%. En Dinamarca, otro de los países avanzados al que otros, por ejemplo España, quieren imitar, la tasa de pobreza de la población en general sí ha bajado, al pasar desde el 17,34% en 1987 hasta el 12,40% en 2013, pero mientras el porcentaje de personas mayores que obtienen rentas inferiores al 60% de la mediana ha bajado desde el 56,23% hasta el 17,75%, en el caso de los niños, el porcentaje en la pobreza no ha ha despegado del 10% en esos 25 años.
En el corazón de Europa, en Francia y Alemania, ocurre prácticamente lo mismo. En el primer país, si bien la tasa de pobreza general ha pasado del 16,35% hasta el 15,47% entre 1978 y 2010, la que afecta a los niños ha pasado desde el 13,58% hasta el 19,34%, mientras que la que afecta a los mayores ha retrocedido desde el 35,42% hasta el 11,66%. En Alemania, la tasa de pobreza general ha subido desde el 12,23% de 1973 hasta el 15,37%, la que afecta a los mayores ha bajado desde el 39,38% hasta el 17,23%, mientras que la de los niños ha subido desde el 8,63% hasta el 18%.
¿Y qué ocurre en España? La tasa de pobreza entre 1980 y 2013 ha pasado del 19,45% hasta el 22,69%, la de los niños ha subido desde el 18.10% hasta el 31,23% y la de los mayores ha quedado reducida a la mitad, al pasar del 31,61% hasta el 15,44%. En Grecia, otro país mediterráneo, la tasa de pobreza en 1995 se situaba casi en el 21,5%, nivel parecido al de 2013 (20,125%), con el porcentaje de pobres entre los mayores retrocediendo desde el 35,64% hasta el 13,78% y el de niños ampliándose desde el 19,42% hasta el 25,23%,
En el Reino Unido las referencias son incluso más dramáticas: la tasa de pobreza ha subido desde el 12,357% en 1969 hasta el 16,256% en 2013. Mientras la pobreza de los mayores ha caído a la mitad, al pasar del 36,53% hasta el 18,108%, la de los niños de ha multiplicado por nueve, al avanzar desde el 2,646& hasta el 18,648% desde finales de los sesenta hasta principios de esta década.
¿Cuál ha sido la evolución de los países que hasta principios de los años noventa se encontraban bajo la órbita soviética y ahora son miembros de la Unión Europea? Su evolución ha sido muy parecida: en la República Checa, por ejemplo, la pobreza ha pasado del 6,82% hasta el 11,35% entre 1992 y 2013; la de los mayores ha bajado desde el 19,53% hasta el 12,72%; mientras que la de los niños se ha multiplicado por tres: desde el 5,50% hasta el 16,75%. En Polonia, la tasa de pobreza general se ha mantenido en el 17% desde 1986 hasta el año 2013, la de los niños ha subido desde el 19,73% hasta el 22,26%, mientras que la de los mayores ha bajado desde el 31% hasta situarse por debajo del 13%.
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