
Nota bene. Revolviendo papeles, hallé unos poemas a los que había perdido la pista. Cronológicamente: el número 5 de la revista «La factoría valenciana», de 1991, dirigida por el poeta conquense, mas residente durante largo tiempo en Valencia, Salvador Cava. La revista tenía la costumbre de encargar cada número a alguien para que seleccionase su contenido y lo editase. En esa ocasión, Salvador me lo pidió a mí. El pintor José Herreros, que en paz descanse, de Alcázar de San Juan, donde yo ya vivía o estaba a punto de vivir, pues fue en ese año 1991, realizó la portada. Solicité poemas a José Corredor-Matheos, José Ángel Cilleruelo, Santiago Ramos Plaza, Lorenzo Martín del Burgo, Xaro –mi mujer de entonces-, Federico Gallego Ripoll, Ángel Crespo, Luis Alberto de Cuenca y María Luisa Mora. Tres de ellos, Ramos Plaza, Xaro y Crespo, ya no están con nosotros. El primer poema del sumario era mío, al que titulé “Autopsicografía”, tomándolo del célebre poema de Fernando Pessoa y que es, en realidad, una especie de paráfrasis del mismo. En mi encuentro azaroso de los papeles, apareció un ejemplar de un encarte del desaparecido semanario alcazareño Canfali titulado Maradentro, de cuatro páginas, fechado el 12 de enero de 1999, donde vienen dos poemas míos: El primero, “Pregunto…”, y un soneto: “Autorretrato vivo”. El tiempo pasa, y dos de los personajes, reales, mencionados en esos poemas, ya han fallecido: Julio, dueño de un bar legendario de la localidad manchega, y mi amiga Tina. El último poema está en mi expediente de la Fundación Carlos Edmundo de Ory, de la cual soy consejero. Breves versos que se reúnen bajo el título de “Y mientras fumo…”, un inédito que le envié a Carlos Edmundo el día de la República, abril de 2004, cuando yo aún era un fumador empedernido.
PREGUNTO… PREGUNTO “KUÁNDO SKAMPARÁ?” mensajeado a través del móvil; nadie responde, sólo, tercas, las luces del relámpago que se va sucediendo sardónico y distante, yo a la espera de la disolución de la tormenta. Escampar significa llegar salir y tomarse un cubata en el bar de Julio y recordar el rato de la música y esas sonrisas a cámara lenta y palmaditas leves en la espalda y la perspectiva de tomorrow: el AVE, los amigos, la novia, el policía. Significa apurar el cubata en el Julio perfumado de gratitud. Me adormezco y de pronto suena el timbre. AUTORRETRATO VIVO Con el móvil al lado del sofá paso la noche viendo documentos por el televisor. En los momentos serenos vivo como un marajá. Vedme pensando la vida pasada, vedme esperando la vida futura y en presente viviendo por ventura una vida pelín deshilvanada. Lo que quiero es matar el tiempo mientras dan en la tele el concierto al que fui, en Radio 3, con Tina y Olegario. La noche se me ofrece, amable, tras la estufa de butano. Lo que vi ayer ahora ya está en un balneario.