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Mientras tantoPoli malo, poli bueno

Poli malo, poli bueno


Resumen de lo publicado: En la anterior entrada comentaba unas noticias aparecidas en la prensa local sobre los éxitos de la actuación policial en la lucha contra el crimen organizado. Aquí la organización del crimen es un poco como la organización que existe en el resto de las cosas: inexistente.

Como las noticias que ponía en las fotos y que comentaba eran más bien chuscas hubo algún comentario descreído de que le parecía todo demasiado naif. Y es verdad que también hay otras noticias y otros sucesos mucho menos ‘tiernos’ en lo que se refiere a las actuaciones policiales o la delincuencia.

Así que os pego la de cal en esta entrada.

Como en todas partes hay delincuencia y no sólo la de cuello blanco, la más asesina, también de la otra. La miseria, sobre todo en las ciudades, lleva a mucha gente a cometer delitos, de mayor o menor grado. Y la policía no se anda con chiquitas por aquí. Si te detiene por algo lo normal es que te den un buen ‘repaso’ o unos cuantos resopapos antes de empezar a hablar. Se aclara la voz mucho, pero claro ya se sabe lo que pasa con estas cosas, a veces con la emoción del encuentro y del intercambio de contactos (puño-cara) se le acaba yendo la mano al policía. Son muy pasionales.

Es la parte naif más perversa, porque no deja de ser algo relacionado  a la ignorancia, más que a la inocencia, este concepto tan infantil o primario de la tortura, la violencia o la crueldad. ¿Quién no ha arrancado las alas a una mosca de pequeño o ha hecho crueles barbaridades a bichejos por el mero placer de jugar con la vida y con la muerte?

Es una sensación de poder divina que a los niños nos encantaba, cuando lo éramos, disfrutar de ella. ¡Cuántas frustraciones desahogadas en acabar con la vida de un insecto o plus!

Pues aquí les pasa, como a muchos policías del mundo, lo mismo. Sentir esa impunidad divina de poder decidir casi sobre la vida y la muerte de alguien… supongo que tendrá su morbo y les resultará excitante, el poder al máximo nivel, aunque a mí no me pone…

 

 

 

Aquí, al amigo diputado, no hay más que verle la cara para cagarse de miedo pensando en caer en sus garras o su jurisdicción

 

 

Hay países, como EEUU, que además de dominar el mundo parece que les tienen que dar, de vez en cuando, a sus ‘ciudadanos’ la posibilidad de irse a dar una vuelta por el mundo a matar impunemente a unas cuantas personas. Nunca les faltan voluntarios para hacerlo, está en su cultura del rifle y las armas y, pensará su Gobierno, mejor que vayan a soltar la mierda fuera de casa.

Nada más deprimente y poco relajantes para el que vuelve a su pueblo sin poder contar a cuántos se ha cargado y si tiene fotos, o trofeos, mejor aún.

Supongo que todos hemos conocido en nuestras familias o entorno cercano a alguna persona que haya matado a otra, sobre todo los que somos mayores como para haber conocido a gente que participara en la Guerra Civil española, y estoy casi seguro que son cosas que pasaron pero que a todos avergonzaron y nunca nos contaron esa parte de las ‘batallitas’. Me estoy perdiendo, a lo que iba: noticias policiales menos naifs.

 

 

Parece ser que el tiro de gracia se lo dieron a corta distancia

 

 

Por ejemplo la gente que acaba muriendo en Comisaría después de la detención. 

Pasa, no todos los días, pero casi todos los meses hay alguien que se ‘indispone’ después de la estancia en el calabozo. 

¿Malas condiciones higiénicas? ¿Virus policiales, tipo los hospitalarios?

Puede ser un poco de todo, aunque  las más de las veces lo suelen achacar a las deficientes instalaciones por falta de medios (los organismos internacionales no dan suficiente dinero) y la escasa iluminación (la electricidad es la más cara del mundo) que lleva a los detenidos a golpearse una y otra vez en la cara, el tórax y el abdomen a consecuencia de lo cual pueden acabar falleciendo. Se han dado también fracturas de brazos y/o piernas.

 

 

 

Tardaron varios días en calmarse los ánimos de la población y que la policía pudiera volver a sus dependencias, un poco perjudicadas por la actuación popular

 

 

Esto, al menos, es lo que se suele comentar por los responsables policiales a las familias de los difuntos, si es que tienen familia, o a la prensa.

También se ha dado el caso de producirse el deceso por desafortunados disparos al estar limpiando el arma en presencia del detenido (simultaneando tareas en aras de la eficacia), o por jugar a ‘vamos a ver si te cabe todo el cañón en la boca’, sin haber echado el seguro.

Tontunas así han podido llevar a la familia, amigos, de los fallecidos a sacar las cosas de quicio y a los policías de las comisarías diciendo “pies, ¿para qué os quiero?”. Porque en estas cosas de la naïveté a veces es difícil aplacar los ánimos de los otros jugadores si consideran que se han transgredido las reglas del juego. Y, claro, jugar a policías y ladrones (yo de pequeño siempre quería ser del grupo de los ladrones, molaba más) y que siempre acaben pagando los platos rotos los mismos y que se los partan, una y otra vez, en la cabeza pues no acaba de molar, por más que ya sabes a lo que juegas.

 

 

 

En el balance de las actuaciones policiales se detallaban todas las intervenciones, hasta las más chuscas. Y se remarcaba, sobre todo, la falta de medios de la BAC (Brigada Anti Criminal), que sólo disponen de 5 vehículos en la capital y uno en Bobo-Dioulaso (la 2ª ciudad en importancia)

 

 

Así que también hay asesinatos (no sólo cosas que pasan en Comisaría), ya os conté lo del condenado a muerte por parricidio. Leí otra noticia de uno que le había partido la cabeza a otro con una piedra porque le molestaba, con sus comentarios, cuando estaba jugando al waré (juego africano sencillo) y crímenes pasionales o secuestros y asesinatos de niños para venta de órganos (se exporta mucho de eso al primer mundo), asesinatos de brujas y albinos…, bueno un poco de todo.

Y también asaltos a comisarías cuando se les va la mano con alguien. Os he puesto fotos de esas cosas, lo que pasa es que a veces sacan a toda página si se ha recuperado una bici que se robó hace nada menos que 32 años, no deja de hacerme gracia.

Aunque puede que esa sí que sea una noticia para sacar en la prensa por varias razones (incluso en el primer mundo, o chascarrillos de fin de telediario).

 

 

 

Hacen una ceremonia para ‘entregar’ las 20 bicis-motos robadas y recuperadas, supongo que es lo menos: una ceremonia por todo lo alto en la Alcaldía

 

 

¡Caray con la bici, que todavía aguanta después de 32 años…!

¿Viven los interesados, el propietario y el ladrón, o son los herederos? ¿No sería cuestión de felicitarle por haberla conservado en uso después de tanto tiempo? ¿Le ha hecho todas las revisiones?

Esto sí da para una segunda parte de “Ladrón de Bicicletas”, el neorrealismo italiano una bagatela comparado con esta realidad.

 

PS.- Me contaba mi amiga Mireya, médica cubana que trabaja ‘en misión’ en el hospital de Ouahigouya que la entraron en su casa y le robaron el teléfono móvil. Como vio al chaval que lo hizo y lo denunció a la policía, ésta llevó al crío a comisaría y después de ‘apretarle un poco’ (palabras textuales de Mireya) acabo confesando que lo había tirado a la fosa séptica de su cour cuando llegó la policía, presa del pánico.

La policía, ejemplo de eficacia, hizo una llamada al móvil y comprobó que funcionaba y que sonaba en el fondo de la mierda. Procedió a su rescate y después de darle un agua para poder hacer un reconocimiento visual por parte de la propietarias procedió a su entrega, no sin antes aconsejarla que intentara limpiar las huellas del crimen.

Yo le he recomendado a mi amiga que cambie de celular porque creo que hay cosas que no las lava ni el diluvio universal. Ella, como médico que es, ha sido del mismo parecer aunque hubiera conseguido rescatar su móvil de esa taza de Pandora de la que salen, si no todos los males, sí los peores olores del mundo.

 

 

 

GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS


 

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