Por eso me apetece ir mañana a ver La guerra según Santa Teresa.
Por eso me apetece ir mañana a una obra de María Folguera, una directora polifacética que cada cosa que hace tiene un cachito de ternura, de desvergüenza, de herencia recibida y de lenguajes nuevos.
Por eso me apetece ir mañana a ver una obra sobre Santa Teresa de Jesús, para oír hablar de una mujer así sin filtros anticuados, sin miedo a hacer de ella algo contemporáneo, algo por visitar, algo maleable.
Por eso me apetece ir mañana a la Sociedad Cervantina, y ver cómo ese nombre tan literario de la sala acoge propuestas contemporáneas de este tipo, con santas en el título y pantallas en escena.
Por eso me apetece ir mañana a ver actuar a Julia de Castro y Carlos Troya, que saben por experiencia cómo jugar esa mezcla de mística, cotidianeidad, tradición y vanguardia.
Por eso me apetece ir mañana a ver a Eva Zaragoza dibujando en directo durante la función, mezclando texturas y miradas sobre la santa, su vida, sus ideas, sus escritos.
Por eso me apetece ir mañana a una sesión teatral por la mañana, para después ir a tomar el vermú y que no sea chic, ni vintage, ni moderno, ni nada.
Porque a los que venimos de fuera a vivir en el Madrid teatral nos cansa tanta separación estúpida entre lo mayoritario normalito y lo minoritario supervanguardista. Y nos cansa más todavía eso de que los mayoritarios se queden con la ‘tradición’ y los minoritarios la rechacen. O que casi siempre sea así.
Por eso me apetece ir mañana a ver La guerra según Santa Teresa, para ver las grietitas que le salen a ese esquema tan anticuado.
Por eso… y porque aún no sé si me renuevan la beca para seguir viviendo en el Madrid teatral el año que viene, y a estas alturas ya solo quiero ver cosas buenas y que me reconcilien con el teatro. El tradicional y el moderno.
Vera Yobardé
@verayobarde