Cuando vine a Burkina hace 16 meses me quedé tan impactado que empecé a escribir sobre lo que veía por intentar transmitir a mis amigos y familia de España lo que estaba viviendo.
Porque todos hemos oído hablar de las diferencias entre el primer y el tercer mundo, de la miseria y el hambre e incluso nos hemos visto tocados a veces en nuestra fibra sensible y hemos contribuido a intentar ayudarles en sus necesidades más precarias. Os puedo asegurar dos cosas: de una parte que una cosa es verlo por la TV, leerlo en la prensa y otra muy distinta es vivirlo día a día conociendo las miserias, las carencias y penurias y poniéndoles cara, incluso nombre y apellidos; de otra, que todo lo que hagamos a título particular o a través de donaciones a ONGs JAMÁS solucionará el problema de fondo y global, aunque puede que ayude a algunas personas en concreto.
También he comprobado algo que traía como prejuicio o como opinión formada (llamadlo como queráis): sólo cambios políticos y económicos profundos cambiarán estos sistemas corruptos y los sistemas económicos que los sustentan, que implica dos cuestiones fundamentales: la sobre explotación de los recursos del tercer mundo para que en el primero vivamos por encima de nuestras posibilidades; y el riesgo de que estamos poniendo en juego la vida del planeta en su conjunto para los próximos años o las generaciones futuras.
Todo esto no es divertido, ya me gustaría poder contaros algo divertido, pero las cosas me van lo suficientemente regular como para que no me salga una broma o algo entretenido. Lo que quiero contaros es que, los del primer mundo (yo estoy aquí como si fuera del primer mundo King Size, aunque viviendo en un entorno, digamos, desfavorable) no sabemos lo que tenemos y lo bien que vivimos. Y que deberíamos hacer un gran esfuerzo colectivo para rebajar nuestro consumismo y todo lo que conlleva de derroche innecesario de los recurso que consumimos en exceso y lo que supone de emisiones nocivas y contaminación en general. Es muy posible que un cambio radical en estos hábitos de vida y de consumo generara muchos más problemas de los que pretende evitar y que son cambios a realizar en varias generaciones para que esas reorientaciones en el consumo para salvar la vida de la Tierra y a nosotros mismos no se traduzcan, como efecto inmediato, en crisis económicas que maltraten la vida cotidiana de la mayoría de la población. Pero hay que hacerlo, o hay que hacer algo. Gran parte de esa industria se podría reorientar a ayudar de verdad a estos países en lo que la pobreza no es una palabra con la que tropezamos de tarde en tarde y que nos parece más un concepto que una realidad generalizada y cotidiana.
Para ello, evidentemente, habría que ‘reconducir’ o ‘jubilar’ a la mayoría de los dirigentes africanos o de los países pobres, lo cual tampoco parece fácil.
Todo este rollo, ¿para qué?
Para explicaros que es difícil poder comprender TODO LO MUCHO, DEMASIADO, QUE TENEMOS EN EL PRIMER MUNDO y que ni siquiera somos capaces de valorarlo. Y no sólo los que tenemos un poco de dinero como para poder venir a gastarlo (o invertirlo, como prefiráis) en ayudar a los demás, me refiero a toda la gente que vive en Europa o España. Hasta los que ahora están padeciendo en sus carnes la dureza de esta crisis que han causado los banqueros, especuladores, brookers por más que ellos casi nunca suelen pagar los platos que han roto, porque una persona en el paro, incluso con problemas para pagar su hipoteca o con riesgo de que le quiten su vivienda vive mejor, infinitamente, que el 90% de la población de Burkina.
Bueno pues lo mismo que quiero llamaros la atención sobre la bendición que es vivir en el primer mundo también quiero llamaros la atención sobre otra cosa:
NO SABE UNO LO QUE ES VIVIR EN UN ESTADO DE DERECHO HASTA QUE SALE DE VIAJE A OTRO ESTADO QUE NO LO ES. Por más democracia que se ‘titule’.
Aquí, como en todas partes, cuanta menos relación se tenga con la Policía, mejor. De un lado porque se supone que no tienes problemas, lo cual es bueno. De otro porque si los tienes, mejor intentar solucionarlos por otra vía, porque nunca sabes lo que puede pasar.
Eso en España, aquí ni os cuento… Bueno, sí, os voy a contar una pequeña historia, de hoy mismo, aunque todavía no ha terminado.
Ese cubículo que aparece, junto a mi ex hombre de confianza, Ouakilou, era la casita que tenía alquilada
Yo tenía una casita pequeña alquilada en Ouagadougou (parece el principio de ‘Memorias de África’, pero sería más bien el principio de ‘Pesadillas de África’… pero decidí dejarla por varias razones, la fundamental: no quería seguir allí, ni seguir teniendo casa en Ouaga, aunque tenga que pagar un hotel cuando venga, que es mucho más caro.
Inocente de mí decidí hacer la mudanza y vaciarlo y darle las llaves a mi ex hombre de confianza, Ouakilou, para que se las devolviera al propietario el 30 de junio y le dijera que como quedaban 2 meses y medio para la finalización del contrato se quedara con los 3 meses que le había entregado como fianza. Algo normal que habría hecho en España sin demasiados problemas, pero no aquí.
Además de ésta me envió una segunda dos días después
Ese mismo día me envía un sms Ouakilou para decirme que el propietario está muy enfadado y que me ha puesto una citación en la Policía para ese mismo día (alucina la celeridad de las FF y CC de Seguridad del Estado). Curioso sobre todo que la Policía acepte citarme cuando les han presentado un contrato que no está firmado por mí, sólo pone mi nombre y en el original que firmé había un plazo para pagar los recibos hasta el día 5 de cada mes. No doy crédito y pienso que es un intento más de timarme por parte del tal Ouakilou y le respondo que se ande con cuidado y que no andemos jugando. Respuesta: que él no tiene nada que ver y que le han dado una segunda citación de la Policía para que me presente en Comisaría. Le digo que se la lleve a mi abogado, que ya veremos qué hacer.
Presenta un contrato que ha escrito él mismo y que no es el que yo firmé, que lo escribimos a mano y se puede ver que no está firmado por mí, pero parece que eso a la Policía, si eres amiguete, le da igual
El lunes, 5, tuve la cita con mi abogado y dice que es urgente ir a la cita con la Policía y más aún tener una reunión con el propietario para ver de resolver las cosas. Para mi desgracia tengo los recibos de haber pagado los alquileres pero no la copia del contrato que firmé, se la debió quedar el tal Ouakilou.
Ayer martes tuvimos la reunión con el propietario.
Aprovechó para reírse en mis narices (es literal, no es literario)y decirme tal cantidad de cosas que me tuve que tragar las lágrimas de rabia y de indignación. Pero hice mal, tenía que haberle mandado a la mierda y que me hubiera mandado a la Policía a detenerme (se tiraba el rollo de lo bueno que había sido, sabiendo cómo localizarme que no me había mandado detener). Porque lo más increíble es que podría haberlo hecho.
Ahora quiere sacarme un montón de dinero y no sé todavía en qué quedará la cosa porque quiere que le arregle la casa para dejársela como nueva, cuando ya era una mierda cuando la cogí.
Al salir de la reunión el abogado me explicó, todo el rato le decía que estaba de acuerdo con él, que yo no había actuado bien, y le daba coba, que seguro que tenía amigos en la Policía criminal y que por eso me habían mandado esas citaciones y que aunque todo esto era una demanda civil podría hacer que vinieran a detenerme y que pasar 2-3 días detenido en la cárcel no iba a ser nada agradable para mí, que no me imaginaba lo que era eso y que era mejor llegar a un acuerdo.
Porque luego, aunque fuera ilegal lo que hacían conmigo era difícil que eso se pudiera traducir en sanciones tanto para los policías implicados como para el propietario.
La cabeza me bullía, tanto escuchando los improperios y risotadas del propietario (no dejó de reírse de mí durante toda la entrevista), como después a la salida las explicaciones y consejos de mi abogado.
No le partí la cara allí mismo porque era mucho más grande que yo y lo mismo me había quedado, además, calentito a tortas
¿Qué coño hago aquí?
¿Hasta cuándo voy a aguantar toda esta serie de timos y abusos?
La verdad no lo sé.
Porque hay dos Burkinas, o dos tipos de burkineses. No he venido para ayudar a todos estos estafadores que me están sangrando, aunque parece que los atraigo como la mierda a las moscas. He venido por el otro 90% de la gente que necesita ayuda y que son buenas personas. Y por los niños para que nunca lleguen a ser como ellos.
Pero para colmo, si éramos pocos, parió la abuela.
A los americanos los saca el ejército con todo lujo de armamento, a los demás nos desean suerte… En Burkina ni siquiera hay Embajada española, y el Cónsul Honorario es libanés y casi no habla español. Lo mejor en caso de problemas…
Han venido de la Gendarmería a prevenirme: parece que hay actividad de células de AlQaeda por la zona.
La semana pasada evacuaron a todos los miembros del ‘Cuerpo de Paz’ de EEUU que vivían en Ouahigouya o aldeas próximas, con gran despliegue de ejército armado hasta los dientes, supongo que por impresionar a los amigos americanos.
Ellos, los del Cuerpo de Paz están más expuestos por varias razones, pero sobre todo porque viven alojados en aldeas, en casas de paisanos, casi sin comunicación y en aldeas que ni hay policía ni nada que les pueda dar la menor protección. Fácilmente secuestrables.
No es lo mismo que donde yo estoy, aunque todos podemos ser ‘objetivos’. En la ONG española me han dicho que van a dejar de ir a las aldeas (los blancos), como medida de precaución y poco más. Y a esperar que amaine.
Además en 2 semanas estoy de vacaciones en España. Porque si me pasa algo sería como para devolverle el wack a Salam, el sorcier, y exigir la devolución del dinero, aunque no recuerdo que comentara nada de garantía o de que si no queda satisfecho le devolvemos su dinero…
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