En países como Afganistán, India o Camboya ha encontrado la fotógrafa Andrea Camuto las historias que desatan su empatía.
Mi trabajo surge inicialmente al ser arrastrada a una situación que despierta mi interés. Una suerte de respuesta intuitiva, que al principio puede que no sepa a dónde me llevará: una cierta complicidad con alguna persona, una respuesta empática… Sin embargo, poco a poco se va haciendo evidente durante el proceso. Es como si la historia se desplegara. Así abordo el material.
El trabajo de Afganistán sobre los refugiados es una obra personal en la que he estado ocupada desde 2005. Ha sido un asunto absorbente y recurrente para mí. Me siento atraída por esas historias de afganos sufriendo años de guerra, forzados a abandonar sus casas, buscando refugio y luego regresando de nuevo. A otro nivel, su viaje es parte de la historia del ser humano. Hondo en nuestro inconsciente, casi mítico o arquetípico; tiene que ver con el abandono del hogar, la búsqueda, el desarraigo, encontrar refugio… Esa narración está entretejida con la historia con la que todo el mundo se identifica a algún momento.
Los trabajos de la India y Camboya salieron de un proyecto que hice para el Fondo Global para la Infancia en 2004, fotografiando niños. El material en color de Myanmar (antigua Birmania) es parte de un cuerpo de trabajo más amplio sobre jóvenes trabajadores sexuales y mujeres con las que se trafica, y a las que se vende como esposas en China. Además, parte de estas imágenes muestran a estas trabajadoras de Myanmar como emigrantes ilegales en Tailandia, explotadas o incluso no pagadas durante años.
Sobre la autora
Asentada en la ciudad de Nueva York y graduada en el programa de fotoperiodismo del Centro Internacional de Fotografía (ICP son sus siglas en inglés), Andrea Camuto lleva años documentando la situación de la mujer en África y Asia. Tras cubrir las elecciones de Afganistán en 2005, recibió una beca del Fondo Global para la Infancia del ICP con la que se financió su libro Aspire, Premio Wimer Shields Rich 2006. En Myanmar, Camuto cubrió asuntos como la explotación sexual, emigración, el tráfico de mujeres y la salud femenina. Parte de este trabajo fue publicado en enero de 2009 por la revista Marie Claire. Afganistán y sus refugiados también han centrado gran parte de su trabajo. En 2007, su serie Refugiados afganos en transición fue seleccionada para el Premio Anual de Fotografía PDN y en su próximo libro, Camino al refugio, refleja sus cinco años de trabajo en ese país. Entre sus proyectos actuales destacan una obra multimedia con entrevistas a mujeres de Myanmar con las que se había traficado en China y Tailandia, un estudio intercultural sobre el trabajo de las matronas y un documental sobre mujeres en África Occidental. En mayo de 2009 expuso su trabajo sobre Afganistán en la Cordon Potts Gallery de San Francisco.