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Postureo


 

 

Dedicado a

mi querida Memé

que provocó esta entrada

 

 

Odio esa palabra: Postureo

 

Y nunca te perdonaré, Real Academia, nunca, este tipo de neologismos.

Puede que te haga sentir muy chachi y moderna, muy al día del hablar popular pero no estoy de acuerdo, ¿qué pasará si pasa la moda, los tiempos cibernéticos adelantan que es una barbaridad, y se convierta en desusado?

¿Tendréis que añadir algo así como desusado al comienzo de la definición?

 

En ese afán de ser súper modernos de la muerte supongo añadiréis el palabro olakease

 

Olakease: Forma coloquial entre compis coleguis, especialmente usado en las redes sociales.

 

Y así sucesivamente

 

 

Pues no, os habéis pasado.

 

Vuestro curro es conservar y defender esta bonita lengua y su correcto uso, me da igual lo que os presionen vuestros hijos en casa.

 

Como cuando decidisteis que sólo debía perder la tilde.

Es verdad que dejasteis libertad de decisión al respecto y la Real Academia de México, ¡qué viva México!, editó el año pasado las obras completas de Juan Rulfo y me encantó comprobar que seguían manteniendo la tilde.

 

En todo caso me remito a mi querida Anunciata Bremón que publica en FronteraD y que es mi referencia obligada en estas cosas, que yo soy un desastre para los secretos de la lengua.

 

Todo esto viene, postureo, a que en pocas semanas me he visto abducido por el postureo en situaciones bien distintas.

 

 

Un apunte para ayudar a comprender el origen etimológico del palabro.

 

Según algunos filólogos proviene del inglés poser, otros, sin embargo, sostienen que proviene del sumerio poster.

Por la cantidad de figuras grabadas en sus muros y otras hechas de pasta de hierbas y pegadas en sus muros con diferentes imágenes, de las cuales se conservan pocas por su obvia fragilidad.

 

 

 

 

POSTUREO I: MADRID. ÓPERA. TEATRO REAL

 

 

Estaba en Madrid gestionando la salida del contenedor que envío todos los años a Burkina Faso a la Biblioteca OLVIDO que puse en marcha allí, cuando vi la posibilidad de asistir a una representación de ópera antes del volver al rigor climático y cultural de aquel país.

 

Conseguí entradas e invité a Memé, con la que me unen infinidad de lazos y que también adora la ópera.

 

Dando vueltas por el foyer antes de comenzar la función admirábamos el paisaje y el paisanaje y empezamos a cuchichear como paletos llegados a la capital sobre la cabaña local.

 

-“ Mira ésta, mira aquélla, ¿y esa pareja?, ¿has visto aquel grupito?

 

Y caímos en la cuenta que los que estábamos de más, fuera de nuestro entorno natural, que no me preguntéis cuál es, llevo más de 60 años dando tumbos buscándolo, éramos nosotros.

 

Allí estábamos de postureo o queriendo aparentar como si ese fuera nuestro sitio natural.

¡Ay, qué lechones que somos!

 

Allí había generaciones enteras de familias que habían acompañado a su Majestad muchas noches, muchas Reinas de la Noche.

 

También montones de otros, emperifollados, que tienen que hacerse notar allí donde esté el poder, que lo mismo en el Teatro Real, aunque se les cierren los ojos, que en el palco del Bernabeu.

 

A nosotros, al menos, nos llevó el amor a la música. Aunque tampoco sea capaz de distinguir una nota de otra que tengo más bien orejas que oídos.

Otro tipo de postureo, pero amo la música aunque no sea un amor compartido.

Con Memé haciéndonos el típico selfie de postureo para presumir ante las amistades

 

 

Excuso contaros cómo fue la función. Lamentable.

 

Die Soldaten, de Zimmermann, con lo que conlleva y con un montaje perpetrado por Calixto Bieito.

 

Una amiga mía, soprano, dice que odia este tipo de Directores de Escena divos que te hacen cantar desnuda, arrastrada por los suelos o haciendo el pino-puente cargándose la música y las voces para su más alta gloria.

 

Pues eso y mucho más lo del Calixto, ¡qué horror!

 

 

¿Para cuándo un pene al natural en el escenario?

El famoso rabo del senegalés en escena daría renombre mundial al que lo sacara en escena por primera vez. No pego foto que todos lo habéis visto.

 

Porque había venido con Memé, de lo contrario me había ido en el descanso, que una cosa es querer aparentar lo que uno no es y otra cosa que sea a costa de sufrir los martirios del infierno.

 

 

 

 

POSTUREO II: OUAHIGOUYA (BURKINA FASO). KERMESSE. COLEGIO SAINTE MARIE.

 

 

Volví a Burkina y mi casa de Ouahigouya, 3ª ciudad del país en población, se encuentra al lado del mejor colegio privado de la ciudad, católico, y uno de los mejores del país.

 

Y como, prácticamente ha acabado el curso escolar, las alumnas, es femenino, organizaban una kermesse.

 

 

Una kermesse consiste en una fiesta de las alumnas que se despojan de sus uniformes asexuados y visten sus cabezas con pelucas y mechas, o foulards emperifollados, que en periodo escolar no les permiten llevar más que el pelo corto o rapado o las tresses, un horror de los pelos entrelazados, tirantes, formando unas líneas de cabellos anudados al cuero cabelludo.

 

Se visten con sus mejores galas y aparecen como mujeres preciosas subidas en su zapatos de tacón, que no sé cómo consiguen caminar sin torcerse los tobillos andando entre la tierra y las piedras.

 

 

¡Y gracias sean dadas al creador del poliéster elástico!

 

Da escalofríos ver cómo esos vestidos se ciñen como una segunda piel a esos cuerpos magníficos.

Se entiende todo, aunque yo ya no me fijo, de verdad, que estoy en otra fase de mi vida: la última.

 

 

A lo que estamos, se oía la música desde mi casa y le dije a mi cocinera, Zenabou, si querían que las invitara a ella, sus hijas (no todas son suyas directas, algunas de su co-esposa) y sobrinas a la kermesse.

 

Les faltó tiempo para estar maqueadas con sus mejores galas y allí nos dirigimos.

 

 

No hay más que música y diferentes puestos organizados por las chicas donde puedes comprar brochetas de carne dura como la piedra, carne de cerdo, más jugosa, son cristianos, bengué, pollo a la parrilla, y otras especialidades locales (no tenían perro), y otro puesto para las bebidas.

 

Encargamos las cosas, que fueron llegando sin prisas, a la africana, y fuimos comiendo con la mano que cubiertos no hay.

Te traen un cacillo para que te las mojes.

 

 

 

Y allí estábamos, Zenabou sentada a mi lado, con su historiado foulard dándole tronío, con su gran bolso en el regazo, y viendo y dejándose ver con su postureo que me provoca una ternura capaz de hacerme brotar lágrimas.

 

Jamás ella podría permitirse estar allí, ese no es su sitio natural, pero lo disfrutaba como yo lo disfruté a su lado sabiéndola feliz por una mañana.

Supongo que lo mío también era postureo, ¿qué coño hace un viejo en un lugar para jóvenes?

 

Me sentí feliz y todo el postureo, incluida comida y bebida no me costó ni 50 € para 8 personas (aunque aquí es el salario mínimo mensual oficial)

 

 

 

CONCLUSIÓN

 

 

Que cada uno saque las suyas.

Para mí que todos los seres humanos somos iguales en nuestras esperanzas e ilusiones y que caemos en la tentación de querer aparentar más de lo que somos desde que hace millares de años nos erguimos en la sabana para otear el futuro.

 

 

GALERÍA DE IMÁGENES DE LA BIBLIOTECA OLVIDO

 

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