–Me siento psicológicamente muy cansada.
¡Esto se hace largo!
Decepcionada o más bien indignada y cabreada, porque los que dirigen la pandemia no lo están haciendo bien, piensan más en el dinero que en la salud de la humanidad.
En ocasiones siento como si mi espacio se hiciera cada vez más pequeño, es por eso que intento salir lo que puedo a la calle, me libera de tensiones y siento relax, ayuda bastante.
Cuando veo a gente con mascarilla, me transmite tristeza y pienso: ¡Dios mío! ¿Esto cuándo va a pasar? ¡Es una pesadilla!
Siento que el tiempo va demasiado deprisa, paso las hojas de mi calendario y parece como si hiciera dos días que he pasado la hoja.
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No he tenido muchos cambios desde que empezó todo esto, quizás doy más importancia a lo personal que a los temas materiales, me preocupan menos.
Tengo más momentos de tristeza que antes de declararse la pandemia y me siento algo angustiada.
Estoy más nostálgica, pienso mucho más en las personas a las que quiero.
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Quizás ha cambiado en mí que estoy haciéndome más fuerte y valiente para afrontar los problemas, cuando lo pasas mal te fortaleces.
Con la pandemia hay más deseo de hacer cosas, no sólo por ocupar el tiempo, sino porque te asusta la idea de que se compliquen las cosas y no llegues a cumplir tus deseos.
Estoy adaptándome a lo negativo e intento ver lo bueno que la vida nos da, ¡que es mucho!
Soy más creyente de lo que era, ayuda bastante.
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Creo que las cosas van a cambiar poco.
Me gustaría que sucediera lo contrario, pero no confío en los que gobiernan este mundo y tampoco en una gran parte de los hombres.
Soy pesimista, lo sé.
Hay tanta avaricia, tanta ansia de poder.
No queremos renunciar al bienestar en beneficio del que menos tiene, seguirá la desigualdad y la injusticia, porque el hombre es egoísta y cada vez ansía más y más.
Al final creo y veo que cada uno individualmente tiene que luchar y conseguir con esfuerzo lo que desea sin hacer daño a los demás.
No seguir el camino de los que arruinan el mundo.
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Aunque las respuestas reflejen malestar, en general estoy bien.
El carácter de mi marido es muy bueno para animar, él está bromista, y eso ayuda.
