Proteo

Hoy me ha costado más de la cuenta seguir adelante pese a la jornada radiante con la que amaneció Málaga, mi ciudad accidental, la visión marítima y la alegría ciudadana desbordada en terrazas y mercadillos. La culpa de mi bajón anímico no es otra que el pavoroso incendio debido a un fallo eléctrico que causó graves daños el viernes por la noche a Proteo, medio siglo de existencia de la prestigiosa y prestigiada librería malagueña. Más de 50.000 ejemplares quemados por las llamas, que afectaron a sus cuatro plantas, entre ellas la sede de su editorial Ediciones del Genal.

Por solidaridad y hasta, confieso, un poco de egoísmo, pues en ella he editado cuatro de mis cinco libros, me desplacé hasta el lugar. Allí estaba arremangado con sus manos tiznadas y mascarilla en mano el afable y buen conversador administrador de la librería, Jesús Otaola, a quien yo he bautizado como “el gestor de egos literarios” pues debe soportar y tranquilizar a los escritores cuando no venden y culpan a la editorial por no promocionar suficientemente sus maravillosas novelas. Lo de maravillosas, naturalmente, es muy relativo. La responsabilidad es del bueno de Otaola y, por supuesto, no de ellos, que piensan sean unos genios y su escritura maravillosa y única. No cabe duda que en el grupo de quejosos me incluyo. Él y su nueva ayudante, la ucraniana Natalia Humenyuk, escuchan con paciencia y educación nuestras penas. Nos ayudan y se congratulan de nuestros éxitos, si llegan, y nos animan a seguir en la tarea.

Otaola, sin perder la compostura y con la calidez que le caracteriza, me ha explicado que las vigas que se colocaron en los ochenta en una reforma que se hizo en el edificio han resistido y evitado que la catástrofe haya sido mayor. En cualquier caso, los daños son enormes, seguramente superiores al millón de euros. La respuesta de sus socios y de ciudadanos que compran en ella y de otros procedentes del resto de España está siendo notable. Desde estas líneas animo para quien me lea que compre libros a través de la web de la librería (www.proteo.com) o desde la plataforma www. todostuslibros.com a la que pertenece la librería malagueña junto con otro centenar largo de establecimientos de todo el país. La página de Proteo continúa estando operativa.

Saldremos de ésta, como lo hicimos en los ochenta tras otro incidente, aseguran sus propietarios. Prometeo es un lugar de referencia cultural de Málaga. Acaba de cumplir cincuenta años de existencia. Es lugar de encuentros literarios y dueña de Ediciones del Genal, una pequeña pero estupenda editorial que promociona a autores locales, pero no solo, y que edita con esmero y atención volúmenes de todo tipo. Ha recibido galardones como establecimiento modélico.

Y no hay mucho más que agregar en esta mañana radiante pero con la tristeza y la rabia aún en la cabeza. Cuando la desgracia se ceba en algo tan precioso y necesario como es una librería me siento humano y me transmite la necesidad de ayudar. Siento decir que a mí me afecta y me impacta mucho más el cierre de una librería que, por ejemplo, el de una oficina bancaria, una tienda de ropa o una cafetería. Son lugares donde aprendo, donde vuelco mis ideas, mis fantasías, donde reflexiono y, en definitiva, donde encuentro una razón de existir. Y por eso, toda mi solidaridad a los amigos de Proteo y Ediciones del Genal.

 

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