El número de The Economist de la semana del 13 al 19 de octubre de 2012 informa de que en los últimos 25 años ha aumentado la distancia entre ricos y pobres en todo el mundo excepto en la zona en que esa desigualdad era mayor, América Latina, donde la desigualdad ha disminuido. Los editores hacen unas propuestas para reducir esas diferencias que son muy perjudiciales para el crecimiento económico mundial.
Esas propuestas son:
1. Combatir los monopolios para impedir el enriquecimiento en condiciones de favor. En China, combatir los monopolios de las empresas estatales y en Estados Unidos los de los grandes bancos.
2. Fomentar la competencia entre las empresas, para que bajen los precios a beneficio de todos los ciudadanos, también los pobres.
3. Establecer procedimientos más transparentes en las contrataciones y concesiones protagonizadas por el Estado y las instituciones públicas, y evitar la formación de oligopolios y oligarquías.
4. Reducir el gasto en pensiones por el procedimiento de aumentar la edad de la jubilación y aumentar así la vida laboral de los ciudadanos, cada vez con una expectativa de vida más prolongada y en mejores condiciones de salud.
5. Invertir lo ahorrado en pensiones en una enseñanza secundaria obligatoria y gratuita.
Estas medidas pertenecen a los programas del partido demócrata norteamericano a partir de Roosevelt, que las inició junto con algunas otras más específicas del país y de la época. Dieron resultado y generalmente lo dan.
La vida laboral se alarga porque se alarga la vida en general, y se alargan los periodos de educación porque las actividades a desarrollar requieren una formación cada vez más específica.
En España todas esas medidas son pertinentes. Es preciso además, para evitar los elevados índices de fracaso escolar, diversificar la enseñanza a partir de los 13 años, es decir después de la ESO, tal como ha quedado establecida en la presente legislatura.
Es preciso ofrecer una salida a los que no quieren estudiar (sean ricos o pobres) y derivarlos a actividades productivas no intelectuales, en relación con las empresas e instituciones destinatarias de la formación profesional, con acuerdos como los que se han establecido con Alemania para adoptar parte de su modelo de formación profesional, y como los que se pueden adoptar de otros países. El objetivo para el siglo XXI es una enseñanza secundaria obligatoria y gratuita para todos los jóvenes, sea pública o privada (concertada).
En cuanto al aumento de duración de la vida laboral y el inicio de cobro de las pensiones, no está de más recordar que el primer sistema de pensiones que se introdujo en el mundo, que fue el de la Prusia de Bismarck a finales del siglo XIX, establecía como edad para empezar a cobrar las pensiones los 70 años, y entonces la expectativa de vida de los europeos escasamente superaba esa cifra.
Con esas medidas se puede reducir la desigualdad hasta unos límites deseables. Hasta unos límites deseables porque no es bueno para el crecimiento económico que desaparezca del todo. Si desaparece del todo no hay incentivos para la competencia, y se vuelve a caer en monopolios, estatales o privados, que fomentan otra vez la oligarquía, el aumento de la desigualdad social, las exclusiones educativas y las exclusiones sociales.
¿Hay en España grupos políticos que puedan asumir esas propuestas?
Jacinto Choza es catedrático de Antropología Filosófica de la Universidad de Sevilla. En FronteraD ha publicado Etapas de la libertad. El momento de América Latina , Dictadura del relato y de los media, Sanidad: Reducir presupuesto para mejorar servicios y Bienvenida a la crisis.