Artículo escrito Teresa Vallejo
El pasado lunes 2 de junio el Rey Juan Carlos I anunciaba que abdicaba la corona de España. Tras casi 39 años de reinado, el Monarca ha decidido pasar el testigo a su hijo Felipe en un momento en el que la Institución Monárquica atraviesa por su peor momento de popularidad. La decisión prevé renovar la monarquía, aunque ha despertado el revuelo republicano. Urdangarín, el resultado de las elecciones europeas, la salud del Rey… ¿Qué ha llevado al Monarca ha tomar esta decisión?
¿Por qué ha abdicado el rey?
El mes de junio amaneció con la noticia de que el Rey Juan Carlos, tras casi 39 años como Jefe del Estado, decidía abdicar. El todavía monarca, de 76 años, se dirigía a la población para explicar su renuncia: «Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías y con una nueva forma de enfrentar la realidad».
A pesar de que todos los medios de comunicación nacionales –sobre todo los del ala conservadora- reavivaron el papel que Don Juan Carlos desempeñó durante la transición española, no han sido menos los que han recordado los tropiezos de la realeza.
La imputación del yerno del rey, Iñaki Urdangarín, y de su hija, la Infanta Cristina, ha marcado un punto de inflexión en la consideración que lo españoles tenían sobre la monarquía.
Urdangarín fundó y presidió el Instituto Nóos con el que se lucró de fondos públicos. Esta circunstancia ha llevado tanto a la Infanta como a Urdangarín a desaparecer de los eventos oficiales a los que el resto de la Familia Real acude. Y a pesar de que Don Juan Carlos se refirió a la igualdad de todos ante la ley en su tradicional mensaje navideño del pasado 2011, parece ser que la población española no lo ha percibido.
No obstante, el Rey abandona el trono justo semanas antes de que el juez José Castro, encargado del caso Nóos, decida si mantiene la imputación de su hija.
Por otro lado, en abril del pasado año 2012, don Juan Carlos pidió perdón a la sociedad española tras el viaje que realizó a Botsuana para practicar la caza mayor.
El Rey, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de la cadera, se vio sometido a las críticas de la sociedad por dicho viaje, ya que el Monarca lo realizó cuando España atravesaba uno de los peores momentos de la crisis económica.
La salud de don Juan Carlos también ha estado también en el centro de la polémica. El Rey ha pasado por el quirófano ocho veces durante los últimos cuatro años. Además de los errores cometidos en alguna que otra intervención pública, que no han dejado indiferente a los españoles.
¿Cómo es el proceso de abdicación?
Las primeras informaciones sobre la abdicación del Rey llegaron con una temprana declaración por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A partir de ese momento, estos son los pasos del proceso de abdicación.
– El escrito de abdicación, que pasó de manos de Don Juan Carlos a Mariano Rajoy la mañana del 2 de junio, tenía que estar refrendado por el presidente del Gobierno.
– El presidente del Congreso, Jesús María Posada Moreno, como presidente de las Cortes, convoca a las dos juntas de portavoces. A la reunión asisten el presidente del Senado y el ministro encargado de las relaciones del Gobierno con las Cortes. Se acuerda la orden del día que sólo incluye la abdicación y se remite si algún grupo tiene dudas sobre la validez jurídica del escrito de abdicación.
– Si no hay dudas sobre el escrito, el presidente del Congreso procede a la lectura de un documento sobre la aceptación de la validez jurídica.
– Si durante las intervenciones no se producen divergencias, el presidente del Congreso, según los artículos 82.1
y 83 del Reglamento del Congreso, propone la aprobación por consentimiento.
– Si por el contrario surgen desacuerdos, el proceso se somete a voto. Como lo conveniente es que la votación sea secreta, basta con que lo pidan dos grupos parlamentarios o la quinta parte de los diputados y senadores presentes. Si nadie la pide, puede decidirlo el presidente.
– Finalmente, el presidente del Congreso dirigirá al Rey el resultado y su posterior publicación oficial, efectuándose entonces la abdicación.
¿Cómo van a afrontar los príncipes de Asturias el relevo?
Previsiblemente Felipe VI será proclamado Rey de España el próximo 18 de junio. Y lo hará en un momento no sólo de crisis económica y política, sino también institucional. Así, como muchos medios están vaticinando, no será un tarea fácil para el nuevo Monarca.
El Príncipe Felipe, caracterizado por su carácter sereno, más similar al de la Reina Sofía que al de su padre, se enfrenta al reto de una España que ha dejado de confiar en la clase política y que amenaza con dividirse. El príncipe de Asturias, de 46 años, se enfrenta ante el reto de revitalizar la monarquía.
Tras el anuncio de la abdicación, la bandera tricolor de la República comenzó a colorear las calles de toda España. Miles de personas reclaman someter la monarquía a referéndum.
A favor de estas concentraciones multitudinarias también se pronunciarion los representantes de algunos partidos españoles.
Iñigo Urkullu, el Lehendakari, Cayo Lara, coordinador federal de Izquierda Unida, los sindicatos UGT y CCOO, y Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, quien se dirigió al Príncipe: «Habrá cambio de Rey en España, pero el proceso político catalán continuará adelante».
Por otro lado está la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz Rocasolano, quien con 41 años se convertirá en la nueva reina de España.
La experiodista también ha tenido que hacer frente en notorias ocasiones a las críticas tanto de la prensa como de la sociedad espa-ola. La estabilidad de su matrimonio, su extrema delgadez o sus presuntos retoques estéticos han dado mucho que hablar.
La abdicación y las elecciones europeas
A pesar de que los medios informan de que el Rey había decidido abdicar en enero –y que Rubalcaba y Rajoy lo sabían desde marzo- hay otros muchos que señalan una causalidad entre el resultado de las elecciones europeas celebradas el pasado 25 de mayo y la decisión del Rey de abdicar.
Los resultados de las elecciones europeas han demostrado la pérdida de confianza de los españoles en los dos partidos mayoritarios. El PP consiguió 16 diputados y el PSOE 14, perdiendo 8 y 9 escaños respectivamente comparando los resultados con los de 2009.
Este castigo al bipartidismo ha beneficiado a los partidos minoritarios, entre los que cabe señalar Podemos, el partido de Pablo Iglesias que se ha hecho con 5 diputados en el seno de Europa. No obstante, el líder de Podemos valoró la abdicación con un «hay que devolver la palabra al pueblo”, por lo que en plena ola de popularidad se convierte en el principal político español que defiende un posible referéndum por la III República.
@twTeresaV