Laura Rodríguez Ares (La Coruña, 1985) es periodista. Hasta el año 2012 tenía un puesto de trabajo confortable como asesora en la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas de la Xunta de Galicia. Pero decidió dejarlo para emigrar a Londres y trabajar como profesora de español: un viaje que cambió su vida. No todas las vidas están destinadas a pasar por una línea monótona de colegio, universidad, pareja, boda, hipoteca, casa, perro e hijos. ¿Quién ha dicho que es la única manera de vivir? No existe un modelo de vida normal, único y válido, sino que cada uno tiene la vida que ha decidido vivir, tal como afirmó Antonio Aguilar, un blogger viajero quien ha realizardo la ruta Sevilla-Dakar y Sevilla-Tombuctú en autostop, y cruzado una parte del Himalaya en solitario.
Una historia parecida a la de Inés, una joven madrileña a quien su madre le había dado todo, pero con 19 años se fue de su casa y llegó a un extremo de la península: Nerja (Málaga). Empezó a vivir en una cueva de cuatro metros cuadrados al lado del mar, acompañada por su anterior pareja, un joven checo al que conoció en la playa de Maro. Ella, al igual que Laura, comenzó un nuevo estilo de vida: el de supervivencia. No todas las historias siguen una línea recta: algunas están destinadas a perderse por el camino. Y a veces perderse significa encontrarse o «desaprender lo aprendido», como señala Laura Rodríguez en este Google hangout.