Falleció con solo 37 años de edad por ser demasiado apasionado, cuenta Giorgio Vasari en su libro cumbre Las vidas de los artistas, y a pesar de la muerte repentina y del aura romántica que la rodea, Rafael sigue siendo considerado uno de los gigantes del Renacimiento italiano, junto con Leonardo y Miguel Ángel. Pintor, dibujante y poeta, su vasta producción abarca los campos más variegados: grabado, escultura, escenografía, arqueología y artes aplicadas. Recibió encargos de ambiciosos proyectos de los papas Julio II y León X. La Galería Nacional de Londres dedica esta exposición a este monstruo sagrado del arte italiano, con préstamos procedentes del Louvre, de la Galería Nacional de Arte de Washington, el Museo del Prado, y los Museos de los Uffizi y del Vaticano. Una colección que celebra el genio y su legado inmortal, como el mismo Pandolfo Pico, embajador de la Corte de Mantua en Roma, profetizó en una carta dirigida a la duquesa de Mantua, Isabella D’Este, tras el fallecimiento del artista: “Aquí nadie habla de otra cosa que de la muerte de este buen hombre, que al cabo de sus 33 años ha terminado su primera vida, pero su segunda vida, la de su Fama, que no está sujeta al tiempo ni a la muerte, será eterna, tanto por sus obras como por los esfuerzos de los sabios que escriben en su alabanza, y para esto no les falta inspiración”.
Dónde: The National Gallery, Londres
Cuándo: Hasta el 31 de julio
