A muchos, inexplicablemente, la escultura les da pereza. Paradigma del clasicismo y, por tanto, el arte más apreciado durante siglos, la escultura entró en un estado crítico irreversible durante nuestra revolucionaria época contemporánea, regida por los valores temporales de lo moderno. En esta declinación abismal de la escultura, ya los románticos la acusaron de ser intemporal y, por tanto, aburrida, pero después se debatió incluso la impertinencia estética, moral y política de la estatua, cegándose de esta manera su supervivencia pública característica como monumento. Con este curso que imparte el Real Asociación Amigos del Museo Reina Sofía, se pretende no sólo una explicación histórica de los principales hitos de este proceso de transformación radical de la escultura a lo largo de nuestra época, sino, habiendo llegado en la actualidad a un insólito grado de apertura, analizar la muy diversa tipología y modos con que hoy se ha recreado este arte ancestral, a partir de cuya destrucción ha permitido un ejercicio incomparable de libertad creadora.