A pesar de la luminosidad de sus cuadros, la pintura de James Ensor es inquietante. En su obra, la luz y el colorido se contraponen a lo grotesco y a la sátira. Ahí reside la ruptura. El Museo de Orsay de París organiza la primera retrospectiva desde 1990 de este belga precursor del expresionismo. Una buena oportunidad de ver su pintura fuera de su escenario habitual, los museos belgas de Arte Moderno de Bruselas y de Bellas Artes de Amberes