«Temo mortalmente a la risa. No a la risa que se define en el diccionario -si en él se busca-, o en los tratados de fisiología, a la risa normal, sino a esa risa sin causa, que no ha provocado un chiste o un defecto físico, la prenda de vestir mal llevada o los años disimulados, la pompa de la Iglesia o el recuerdo del primer amor, la cara ajena o la propia, sino, como he dicho, la que no tiene causa
«¿Qué risa es ésta? ¿De dónde proviene? ¿Por qué mortalmente la temo?»
La risa, Virgilio Piñera
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