es fabuloso es raro cómo ocurren las cosas los teatreros cómo actúan el código que tienen el rito del teatro el ritual del que va al teatro es fascinante
me infiltro me acoplo muda a una pareja de amigos que va al teatro él la lleva a ella a ver una cosa ella se deja quiere el regalo de vivir algo con su amigo al que hace tiempo que no ve y le encanta dejarse llevar a algo que él le propone se rodea el teatro se empapan del barrio de las librerías de los bares antes de llegar a la sala comentan recuerdan tiempos noches pasadas juntos del que el otro no se acuerda en aquel bar cuando en esta esquina había aquel teatrito que ahora ya no aunque van con tiempo nerviosos porque las reservas telefónicas ya se sabe que ahora funciona así pero mejor no tener sorpresas
la sonrisa de ilusión al entrar hacia la taquilla es norma natural ilusión por ir a ver teatro reafirmada cuando repite su nombre la taquillera y les cobra y les da las fichitas las entradas tienen tiempo y se van a buscar un bar un buen bar de cañas y plato redondo para entonar el cuerpo el ánimo y la conversación y así volver al poco y hacer cola en la puerta de la sala con la sonrisa aumentada con incredulidad expectante y cariño mudo hacia el resto de la gente
entrar y elegir sitio lo hacen suyo construyen su perspectiva contentos de que sea la suya primera fila no que estos son muy salvajes y hoy no estoy yo muy inspirado pero aquí en segunda en la gradita qué bien fíjate en los focos cuatro focos pero según están seguro que desde aquí lo vamos a ver bien
han ido a ver un cuplé íntimo castizo y postmoderno con sensualidad y famoseo alrededor pero ellos lo disfrutan como niños se dejan enamorar por las distancias cortas y por aquella canción que él oyó una vez en un bar de jazz en Nettuno y por esa tonada que cantaba la abuela cuando la llevaba a Almagro avanza la música y el calor compartido que ayuda a la cantante a ir quedándose sin ropa seducida por el swing de un contrabajo de mil timbres que el músico recorre con manos y silbidos y como es un concierto-performance piden bises y los tienen y tocan esa canción que él había venido a oír y se emociona un poco más
cuando se acaba no quieren alejarse del olor a madera nueva que tienen las gradas las puertas de los baños la tarima que hace de cabina de los técnicos pero hay que salir y decir adiós a la taquillera y al pasar la puerta buscan los ojos de los que también estaban dentro desconocidos que antes de partir se reparten miradas silenciosas como despedida necesaria para alejarse sabiendo que se ha compartido algo
y como buenos amigos se marchan a la busca de otro bar de cañas y tapas grandes qué te parece aquel al que fuimos aquel día en que
Vera Yobardé