Home Mientras tanto Rock por chicuelinas

Rock por chicuelinas

 

a_los_toros

Ilustración de José Luis González

Para unos serán los mejores, para otros los peores y habrá a quienes ni fu, ni fa… Para mí están entre los más originales y son, sin duda, los más nacionales.

Jaime Urrutia, “Ferni” Presas y “Edi” Clavo son Gabinete Caligari. En un principio, como el resto de las bandas de la época, bebieron de la música que llegaba desde Gran Bretaña o Estados Unidos, pero Jaime, hijo del crítico y escritor taurino Julio de Urrutia, pronto toma conciencia de sus orígenes que serán el sello de su estilo musical y traslada su afición por la Feria a sus camaradas. Con gorra de chulapo, pantalones ajustados y pañuelo al cuello, saltan al ruedo de la Movida con su primer disco, “Que Dios reparta suerte”, donde dejan patente su influencia folclórica española y su pasión torera en la canción “Sangre española”, un claro homenaje a Juan Belmonte. Había nacido el “Rock torero”.

El mismo año que nace Gabinete Caligari, renace en Las Ventas Antoñete. Ya había dejado muestras de su talento después de la famosa faena del toro ensabanado de Osborne el 15 de mayo de 1966 en la plaza madrileña, pero los altibajos en la carrera del maestro le habían llevado hasta un retiro en las profundidades de la amazonía venezolana, de donde regresó aquel 1981 para dejar el sello de su torería que explotó definitivamente la tarde del 7 de junio de 1985 ante la mirada atónita de los aficionados entre los que se encontraban Jaime, “Ferni” y “Edi”.

Habían pasado demasiados años sin una figura y la afición se había resentido, así que Antoñete reapareció en el momento oportuno para renovar las ilusiones toreras y enganchar a algunos de los jóvenes rockeros que, seducidos por el folclore nacional, agitaban la movida cultural ochentera.

En 1990, Gabinete Caligari consiguieron cerrar el círculo cuando, después de haber inventado el “Rock torero” y ya cargados con una buena colección de éxitos, llenaron la plaza de Las Ventas y tocaron sobre el albero que vio nacer y renacer al torero de la Movida.

 

Lectura recomendada: “Antoñete. La tauromaquia de la Movida”, de Javier Manzano con prólogo de Jaime Urrutia.

@Estivigon

Salir de la versión móvil