Y el que tenga estas tres cosas
Esta no es la canción ‘original’, para eso pinchad en los versos, pero ésta me ha parecido más divertida
Eso decía una canción popular, recuerdos de infancias en blanco y negro.
En Burkina Faso se pasan todo el día dándole gracias a Dios cuando no conozco a nadie que haga el hack trick, la mayoría de las veces ni siquiera una de ellas.
Yo, por mi parte, he ido quemando la primera y derrochando la segunda. Menos mal que se me está compensando con los ingresos de la tercera… Me dicen algunos que no me fíe mucho de lo que me quieren, que hay mucho interés por su parte, pero yo sigo los consejos de mi amigo Nico cuando me dejó mi última mujer: “Más vale que te quieran por tu dinero, así al menos no te dejarán tirado… ¡Ah!, y procura que no se te acabe…”
La verdad es que las penas con pan son menos. Y el cariño puede ser eterno, y hasta verdadero, si te sabes administrar bien.
Pues aquí, en Burkina Faso, pasa lo mismo. El amor circula por caminos insondables en los que el dinero, o su carencia, juegan un papel importante. Tengo ejemplos cercanos y recientes.
Pelagie y Oumou, con Enys, y unas inscripciones en la puerta: 0/0
Como si de ángeles exterminadores se tratara, pero al revés, los agentes de vacunación (creo que de rubeola) marcan en la puerta cuántos niños viven en la casa y a cuántos han vacunado
Oumou, mi cocinera, nos cuenta el otro día que su marido (el padre de sus 2 hijos Gladys y Cipriane) la ha visto en el bautizo de este último y le ha dicho que quiere volver con ella.
Asséto, mi mujer, la dijo, cortésmente, que como estaba tan guapa se habría vuelto a enamorar de ella.
Yo, que soy más perro o más romántico, pensé otra cosa.
Para el bautismo de Cipriane, tiene ya 12 años, me pidió prestados 100.000 Fcfas para poder festejar bien. Así que se fue de permiso unos días a Koudougou, a 300 kms. Me imagino que aparte de ese dinero habría ido acumulando regalos y cosas para llevar y tanta munificiencia habrá despertado el corazón de su marido que estará pensando que volver a los brazos de su amada le va a proporcionar mucha dicha, paz y sosiego en estos tiempos tan revueltos para amar. Y para poder comer.
Ya veremos cuando venga.
Pelagie, la señora que limpia en casa, ha vivido la experiencia contraria.
Es la mujer del director de la escuela de Ouagande, una aldea de la que soy hijo adoptivo.
Él me pidió, en enero, si podía darle trabajo a su mujer y no supe negarme. Conforme han ido pasando estos meses las cosas entre ellos se han ido deteriorando. Supongo que Pelagie se ha visto con dinero y, en ese sentido, más independiente y habrá empezado a no aceptar según qué cosas. El caso es que él la ha echado de casa y ella se ha tenido que ir a vivir a casa de su tío y lleva 2 semanas que no la deja ver a sus hijas (Anaïs y Enys), que son pequeñas.
Asséto le ha recomendado que presente una denuncia en la Acción Social por lo de las niñas y parece que han llegado al acuerdo de que la más pequeña se va a quedar con ella.
Issuf, con su novia y sus mejores galas para la fiesta de Nochevieja de este año pasado
Por último, Issuf, mi guardián.
Llevaba varios meses viviendo con una chica que se había traído de su aldea para casarse y que nos había presentado.
Hace 2 meses me habla del matrimonio y que si le puedo ayudar. Y como me parecía muy loable ayudar a acabar una situación tan escandalosamente inmoral y contraria a los mandatos del Santo Corán, decidí ayudarle.
Estos 2 son musulmanes muy practicantes, Oumou es musulmana pero su ex, o lo que sea, es católico, sus hijos también; Pelagie es protestante y creo que su marido también, los protestantes son más endogámicos para esto de los dioses.
Mi amiga Amalia, de visita esta semana, en la sala de lectura-cyber de mi biblioteca. Ya sé que no tiene nada que ver con el artículo, pero tampoco viene tanta gente a verme
A lo que iba, que le suelto a Issuf 100.000 Fcfas de regalo de boda con los que puede pagar el fiestorro entero y espero que me anuncie la fecha para asistir y le previne que iba a estar unos días en España en mayo… hasta hoy.
Intrigados por la demora, le preguntamos un día, y como no habla mucho francés fue Asséto la que le sonsacó:
Ha devuelto la novia al pueblo (supongo que estaría en garantía o periodo de prueba), que quiere buscar otra.
Lo que me temo, culpa mía, es que se ha visto con pasta y se ha dedicado a flirtear con otras como hombre de posibles y dinero de bolsillo para invitar a tomar algo y hacer regalos…
Tengo la casa revuelta, los corazones partíos o repartíos y sólo cruzo los dedos para que la moda no llegue a mi alcoba.
GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS