Salvador Dalí. Contador de historias invita a explorar las vertientes más ocultas de la obra del pintor a través de 72 grabados con los que el artista catalán ilustró tres clásicos de la literatura universal. En la primera de las series, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, se agrupan grabados que hacen referencia a la obra cervantina por antonomasia. “Dalí se consideraba un Quijote, un justiciero que quería moralizar”, explica Gloria Patón, comisaria de la exposición junco con Jesús María González de Zárate. En cuanto al resto de las obras, estas se dividen en Les songes drolatiques de Pantagruel, título de la obra de François Rabelais, y Le bestiaire de La Fontaine dalinisé, basada en diversas fábulas de La Fontaine.
