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Novela por entregasSergei lee a Confucio

Sergei lee a Confucio

Este texto pertenece a la serie Remembranzas de Sergei

Sergei lee a Confucio

Andaba Sergei ocupado en leer los Aforismos de Confucio y se atrancaba al querer establecer su relación con Lao Tsé. Se dirigió al Noble Ting Chang en busca de enseñanza y éste le dijo:
– Si quieres, Sergei, podríamos comentar algunas de las máximas de Confucio que vienen en sus Analectas. Verás que no se trata sino de una manera de comportarse la persona educada.
– ¿Acaso no es una religión?
– ¡Ni mucho menos! Confucio es la sensatez en persona y algunas tradiciones religiosas no tienen muy en cuenta al ser humano con los pies sobre la tierra. Reenvían los problemas a un hipotético paraíso.
– Y tú, Noble señor, ¿cómo te organizas?
– Antes de venir al monasterio junto al Maestro, trataba de conducir mi vida según la vía del taoísmo, pero si hubiera tenido que gobernar un reino seguiría las ideas de Confucio.
– Rostro sereno, ¿Y desde que has topado con la enseñanza del Buda?
– Ahora, cuento cuentos para que Sergei se gane algún dinero cuando los publique.
– ¿Yo? ¡Noble Señor!
– Primero el té, y luego…
– …, las lecciones, pero antes, dame una pista, Ting Chang.
«Nueve son las cosas en las que piensa la persona virtuosa: ver claramente cuando mira; escuchar con precisión; ser cortés; tener un porte respetuoso y digno; ser reverente en sus ocupaciones; preguntar cuando duda; pensar en las consecuencias de su ira; pensar en la justicia siempre que haya una posible ganancia».
– ¡Voy de vuelo, Noble Ting Chang!

José Carlos Gª Fajardo. Emérito U.C.M.

 

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