Sí, muchos saben las canciones de Grease. No pueden evitar moverse al ritmo de la música, aplastando alguna palomitas esparcidas por el suelo y mueven disimuladamente la pajita de su refresco. Una vocecilla interna canta a viva voz, como si estuviera dentro del propio musical. Se imagina con sus peinado engominados y chupas de cuero. Algo que no sólo pasa con la película de Travolta, sino también con Dirty Dancing, Moulin Rouge, The Horror Picture Show,cada una con su ambientación y estilo. El ‘Sing-Along’ nació en 1999 en el Festival de Cine Gay y Lésbico de Londres. Pase de películas musicales con las canciones subtituladas: como si fuera un karaoke, mientras varios animadores enseñan al público las coreografías y las letras, y cantan los temas antes del largometraje. Así, la voz interna sale del cuerpo como si uno estuviera en la ducha.