SOBRE LOS AUSENTES EN LA CELEBRACIÓN
Segundo miércoles del mes de julio
Para Nasrín Sotudé
Si en la celebración de los reencuentros,
tras abrazar a quienes tanto amamos,
nos faltaran los otros, los que moran
en un confinamiento vitalicio
de niebla, de injusticia, de pobreza,
si alcanzáramos a llorar la pérdida
de cada humano por la peste como
llorarían las tildes por la muerte
de una vocal,
………………….quizá si nos tratáramos
como nos trata el virus: como iguales,
si echáramos de menos a los presos
aherrojados en cárceles distantes
por defender la libertad sagrada
como nos falta un hijo o un hermano
en la celebración de los reencuentros,
si algún día llegamos, por las trochas
del sentido, a extrañar a los extraños
como si compartiéramos pronombre,
mereceremos, cuando vuelva el fuego
hasta nuestros tejados y cosechas
(porque regresará, no lo dudéis,
y será un vasto incendio que ninguna
aldea ni país ni continente
podrá extinguir por separado, solo),
mereceremos, cuando el fuego vuelva,
que acudan todos, desde todas partes,
con sus lagos y ríos, con sus pozos,
sus baldes y sus almas, a apagarlo.
Gonzalo Sánchez-Terán