Sobres

 

Por lo poco que sigo la prensa de España desde estas tierras lejanas parece que los ‘sobres’ están adquiriendo una gran importancia como medio de comunicación interna entre cierta clase política o al menos de transmisión de ‘argumentos’ con los que reforzar su ideología y su dedicación al servicio del pueblo soberano, ¡JÁ!

 

En todo caso os escribo este artículo para explicaros que últimamente yo también estoy recibiendo sobres, que son cosas estas que le pueden pasar a cualquiera y que antes de que “no lo recuerde” como le pasa a la mayoría de los dirigentes del partido gobernante en sus declaraciones ante la Justicia española prefiero escribirlo para no olvidarlo.

 

Hace tiempo que creo que tengo alzehimer pero creo que en el PP deberían crear, dependiendo de la Secretaría General, una Vicesecretaría de Recuerdos, ¡Qué tiempo tan feliz! (sección ¡Arriba España!) y Alzehimer (subsección ‘No sé/No lo recuerdo, Señoría’).

 

         

Sobran los de los sobres

 

En todo caso me tiene inquieto esto de recibir sobres.

 

Todo empezó como ya os conté hace 3 semanas con el fallecimiento de una tía mía muy querida y en el post, “Que la tierra le sea ligera”, os expliqué cómo recibí mi primer sobre de apoyo.

 

Mi tía era muy creyente y hace tiempo que quería dejarnos e “irse parriba”, como ella me decía.

No tenía hijos y sólo sobrinos directos en Suiza que se veían muy de tarde en tarde, así que los otros sobrinos éramos los que estábamos más pendientes de ella.

 

Yo soy ateo practicante pero aparte del montón de misas de réquiem que ella se había dejado pagadas en España decidí que también le tenía que encargar unas cuantas misas en Burkina Faso, donde vivo.

 

 

 

Esta es la Catedral, los de las túnicas son los miembros del coro (no lo hacen mal). Aquí todas las misas son cantadas, me refiero a que no paran de cantar, con lo que las misas se van a las dos horitas de duración. Tampoco hay muchas mas distracciones en la ciudad

 

Dicho y hecho, hablé con un amigo, cura católico burkinés, y concerté las misas y que asistiríamos a 2 de ellas en la parroquia que está cerca de la Biblioteca OLVIDO que he montado y en la Catedral de Ouahigouya, mi ciudad (se llama catedral pero es más bien una estructura metálica tipo nave industrial o hangar).

 

Yo lo hago por la memoria de mi tía y porque sé que a ella le habría gustado, no es que crea que la van a saltar la cola de entrada al cielo y ganar puestos para gozar de la presencia de Dios, me imagino que en eso será más serio Dios mismo que los desastres que nos deja disfrutar en la tierra, pero ¿quién sabe?

 

En todo caso me imagino el diálogo entre ¿San Pedro? o el que le sustituya (estamos en agosto, todo el mundo tiene derecho a algún descanso, así en la Tierra como en el Cielo, digo yo) con mi tía.

 

Pero Mary, ¡hay que ver lo que te has movido…! ¡Tienes misas en otros idiomas! Además de latín y español y las gregorianas que te has encargado, te han dicho misas en mooré y en francés…

 

-No Santidad (¿o dirán Eminencia, lo mismo mi tía diría Inminencia, o se hablarán de tú en el cielo, sin protocolo?), yo sólo estuve una vez en Suiza, en lo de mi hermana, jamás he estado en África. Eso es cosa de mi Félix…

 

Así que lo mismo no es por la cantidad de misas, pero sí por la calidad que se hace algo más popular mi tía para franquear la entrada al paraíso.

 

En todo caso yo no podía dejar de hacerlo, como cuando voy a visitar la tumba de mi madre para “hablar” con ella.

Con mi padre hablo en cualquier lugar, aventamos sus cenizas. Pero no hablamos del Atleti.

 

 

Yo no tengo estas conversaciones con mi padre porque a la vejez se me pasó al Madriz, harto de perder. Afortunadamente mi hijo todavía aguanta…

 

 

Mi mujer, Asséto, insistió en que debíamos enviar SMS a todo el mundo conocido, por nosotros, y de los que tenemos número, claro, para invitarles a venir.

 

Aquí, ya os he contado alguna vez, aunque tengo pendiente escribir algo más largo, sustancioso, la muerte es una de las actividades sociales más importantes.

Han venido algunas personas a los funerales, otras se han excusado, entre las que han venido había una delegación de Ouagandé.

 

 

Cuando voy al pueblo me reciben los niños como al indiano que ha prosperado y comparte con ellos algo de lo que tiene y tanto les falta

 

 

Para los que no conozcáis Ouagandé, es mi aldea de adopción.

 

Es la que más veces he visitado y por la que he hecho lo que he podido por ayudarles un poco.

La empresa de mi familia, ADAMS, pagó la construcción de la escuela, casa para los profesores y otras dependencias además de un pozo y un huerto escolar y yo, por mi cuenta, una instalación de paneles solares para que puedan trabajar en la escuela a partir de las 6 de la tarde y un molino a gasolina para evitar que las mujeres siguieran moliendo con 2 piedras los granos para hacer harina.

Y cada vez que había una inauguración de algo se reúne toda la aldea y hay que hacer discursos.

Y como soy poco original y siempre decía lo mismo, que si allí me sentía como si fuera mi pueblo, etc, a la 5ª vez que lo dije (no hay quinta mala) el Jefe de la Aldea aprovecho la coyuntura para decirme que tenía que tener una casa en “mi” aldea y que me iban a construir una.

 

Y así fue, me la construyeron.

 

Bien es verdad que tuve que pagar todos los materiales y darles algunas compensaciones por los trabajos realizados. Y amueblarla un poco.

Y que sólo he dormido una vez allí, el día de la inauguración.

La casa se utiliza por las maestras de la escuela, que no podían dormir en la casa de los maestros, cuestiones morales, y utilizaban un almacén para hacerlo.

 

¡Qué noche la de aquel día!, que dirían los Beatles, creo que me salió más cara que una noche que pasé en el Waldorf Astoria de Nueva York. Ambientes distintos, otro estilo.

 

 

     

Cuando voy a visitarles les llevo alimentos para organizar una comida para toda la aldea y algunos regalos y ellos me dan las gracias de muchas maneras, pollo incluido

 

Bueno pues a lo que iba, que ha venido una delegación de mi pueblo a acompañarme en la misa de réquiem de la Catedral, y todos son musulmanes.

 

A la salida hemos estado un rato juntos y me han dado el pésame, el director de la escuela, Salam, el presidente de la asociación de padres de alumnos, Abdoulaye, el albañil minusválido (tiene un brazo inútil), Adama, que construyó mi casa y otro que no recuerdo el nombre.

 

 

Adama, uno, Abdoulaye, Salam y Asséto que cogió el sobre (no se suele dar al directo interesado, cosas del protocolo)

 

 

Y la despedirse me han dado una bolsa de huevos y otro sobre con 2.000 Fcfa (3 €) y me han vuelto a decir que la tierra le sea ligera.

 

Espero, de corazón, que así sea y que esté donde quiera que sea que quiera estar, a la diestra de Dios Padre o donde le toque.

Para mí lo importante es que permanezca en mi memoria, así la siento viva.

 

 

 

Esto de los sobres no digo yo que no ayude a mantener la Biblioteca, pero si alguno os queréis abonar o contribuir con alguna cantidad os estaré eternamente agradecido o lo que dure

 

 

Lo que me tiene preocupado es esta historia de los sobres como se entere la Justicia española y/o Hacienda.

Porque si me obligaron a declarar todo lo que tenía en Burkina Faso, biblioteca, terreno, edificio, cuentas bancarias, etc, por la legislación que sacaron, deprisa y corriendo a cuenta del escándalo de las decenas de millones que tenía Naseiro, digo Sanchís, digo Bárcenas, bueno cualquiera que sea Tesorero del PP, no sé qué puede llegar a pasar con los sobres que he recibido, casi 8 €…, bueno y los huevos, que supongo que considerarán retribución en especie.

 

Era una docena de huevos, pero 2 estaban rotos y no me refiero a los míos que sólo los tengo hinchados, de tantos mamones que nos los tocan.

 

GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS

Salir de la versión móvil