Las sombras debilitan mis ojos. Hacen temblar mi voz y mis palabras se las lleva el viento herido de gases venenosos. La Tierra quemada, sostiene el último suspiro, la última llamada de ese aire limpio que se escapa por la explanada.
Me ahogo en ilusiones perdidas, en tambores lejanos que ahuyentan la timidez de un jardín sin colores, de un mar que se calienta sembrando el caos insostenible de una vida que se escapa.
Cuánta tristeza ensombrece el atardecer y el mañana. Cuánta soledad hundida en la ignorancia de una sociedad que cabalga ciega y errante ante el abismo de lo impensable.
Los árboles miran hacia abajo sin comprender la estupidez del que se cree sabio. La savia verde de sus poros alumbra días sombríos y sus ramas ya no sostienen los nidos que alejaban antaño los senderos del bosque encantado.
Luces calladas
contemplan la noche
y el viento sonoro
retumba en los oídos
de caras amargas.
Aire de pólvora,
gritos que cierran
los ojos cansados,
niños que lloran
y truenos lejanos
que truncan vidas
cada mañana
Flores marchitas,
fuego que arrasa
senderos abiertos,
caminos llanos
y rumbos inciertos.
Suena el tambor
con ganas de guerra,
botas que aplastan
corazones heridos,
sangre y dolor,
banderas huracanadas
con fuertes mástiles
de dura ambición.
¿Dónde está la evolución?
¿Dónde las canciones
de amor?
¿Dónde poder llorar
por un mundo mejor?
Se agota el tiempo.
Las voces de cristal
se rompen escondidas
tras las sombras
de la libertad.
Nos hundimos
en el túnel del olvido,
angustiados,
sin voz ni aliento,
sin ganas de sentir
la luz que refleja
la felicidad.
La paz.
Que simple palabra
y cuantas veces
mancillada,
Tan sencillo
como amar
y tan fácil
como odiar.
No sabemos caminar
sin que la violencia
nos siga como una sombra
en nuestro despertar.
Ya llora la luna,
y las estrellas cansadas
se ocultan
en el manto de la noche,
en la oscuridad
de nuestra mente,
y en el silencio
de la muerte
(Por un mundo que valore la humildad y la empatía, el perdón y el amor…y no perdamos la esperanza por un mundo que olvide la violencia, el odio y el rencor)