Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
AcordeónStart-ups para la innovación urbana

Start-ups para la innovación urbana

El pasado mes de abril se realizó en Intermediae-Matadero el taller Greenvía, un encuentro organizado por el Vivero de Iniciativas Ciudadanas e Intermediae, en el que se trataron procesos de transferencia de innovación social al espacio público. Al taller, que estuvo co-guiado por Jara Rocha (@jararocha) y Txelu Balboa (@volantebb), acudieron más de 40 iniciativas de toda España que se inscribieron mediante un proceso de convocatoria abierta. Todos los participantes se encuentran desarrollando de manera organizada diferentes procesos ciudadanos con el objetivo común de alcanzar un adecuado empoderamiento urbano.

 

La gran acogida de la propuesta y la alta participación e interés de las iniciativas por inscribirse en el taller es una muestra clara de que en los últimos años estos colectivos ciudadanos se están fortaleciendo, y constituyen un buen ejemplo de cómo la ciudadanía está construyendo desde la pequeña escala modos interesantes de lo que podemos denominar practicar la ciudad.

 

Uno de los descubrimientos más interesantes ha sido la cualidad de semilla que poseen estas iniciativas ciudadanas para la transformación mediante la innovación social del espacio urbano. Un ámbito que tan mal gestionan las administraciones, al abordarlo casi en exclusiva como un lugar que existe para y por el capital, olvidando que es el espacio de la inclusión, la apertura y la igualdad, tal como decía Habermas. En este sentido nos gustaría pensar que estas iniciativas representan un potente ecosistema de start-ups (empresas de nueva creación) sociales para la creación de valor colectivo y  asociar el emprendizaje a los procesos de transformación urbana.

 

Antes de continuar desarrollando el concepto de start-up social queremos concretar qué entendemos por innovación social. Para ello tomamos la definición de @rubenmartinez que entiende este fenómeno como ideas, productos, servicios o modelos que satisfacen las necesidades sociales y que a su vez crean nuevas relaciones sociales o colaboraciones. Al introducirse en el mercado generan mayor beneficio social que privado creando procesos equilibrados de relación y colaboración entre emprendedores y comunidades activas.

 

El término start-up hace referencia a organizaciones humanas que diseñan productos y servicios en condiciones de extrema incertidumbre. Poseen gran capacidad de cambio y operan con costos mínimos, algo compartido por el conjunto de iniciativas presentes en el taller. Nos gustaría evidenciar que si bien las start-up existen dentro de un marco tradicionalmente económico son fácilmente extrapolables a estas acciones colectivas donde el valor que se genera y el motor que las impulsa atiende también otro tipo de razones. En este sentido, una start-up social pretende generar un sistema que fomente una riqueza social mediante la participación, y no está sólo sujeta a la relación producir-vender. Además, dan cabida a gran cantidad de conceptos, extraídos de las prácticas que realizan, apoyadas por una innovación que no es unilateral en el sentido promotor-cliente, sino que generan relaciones motor social-ciudadano y viceversa, permitiendo la participación continua de la ciudadanía en dichos procesos.

 

Enunciamos aquí algunas ideas que podrían mostrarnos qué cualidades poseen estas start-up sociales.

 

Corresponsabilidad: Involucrar por igual. Los procesos de responsabilidad social colaborativa que estas iniciativas emprenden son de gran interés puesto que consiguen implicar en el común a instituciones, empresas, organismos e individuos. Un caso esclarecedor son las estrategias empleadas por la Oficina de Gestión de Muros que mediante procesos negociados para la inclusión de grafitis en medianeras urbanas, consiguen mesas de discusión entre administraciones locales, comunidades de vecinos, agentes del barrio, artistas urbanos y financiadores públicos o privados. El resultado no sólo se muestra en la intervención de la medianera en sí, sino que también desarrollan políticas de aprendizaje sobre arte urbano a personas desconocedoras de lo que significa la trayectoria de un grafitero, su filosofía, estilo, etcétera. Ver también openwalls.org.

 

Infraestructuras dúctiles: Soft power. Consiguen establecer estrategias federadoras de voluntades en busca de objetivos con otros y no contra otros. Trasladando este concepto al espacio público vemos cómo para En bici por Madrid el uso de la bici en la capital no depende exclusivamente de la construcción de un carril específico. Mediante la generación colectiva de mapas de calles tranquilas consiguen transparentar las vías que poseen condiciones seguras para acoger el tránsito de ciclistas. Esta infraestructura invisible y flexible nunca se formaliza, esta presente en la web y sólo se hace física cuando un ciudadano de manera anónima recorre la ciudad utilizando estos planos. Una mezcla entre cultura slow y movilidad sostenible. Ciudadanía como cuidadores de la movilidad urbana.

 

Microurbanismo: Crear identidad local. Lo podemos reconocer como la base de muchos proyectos que a través de acciones ligeras de bajo perfil económico y pocos requerimientos burocráticos han logrado despertar una comunidad a su alrededor. Esta especie de urbanismo emergente ayuda a resolver problemas que en muchos casos los canales tradicionales de la administración no pueden o no quieren solucionar, y presentan una alternativa sostenible a la ortodoxia de la planificación urbana. En estos procesos de transformación urbana no se produce exclusivamente una intervención en el espacio o en la trama urbana sino que se fomentan modos de economía local, rescatan valores asociados a intangibles como la memoria urbana y hacen ciudad, algo imprescindible para dejar de verla como un cuerpo ajeno al ciudadano. Entre las iniciativas participantes comentar que La  galería de magdalena propone sacar al peatón de su realidad, generar situaciones nuevas entre ellos y usar el espacio público como productor de espacios galerísticos con intervenciones urbanas de bajo coste.

 

Prosumer: Rotura de roles establecidos. El vecindario como forma de producir ciudad produce el cambio desde el tradicional ciudadano, usuario de un espacio urbano, al de prosumidor, una forma de productor y usuario integrado en la misma unidad que es capaz mediante procesos muy abiertos de aportar conocimiento a un problema local y seguridad de uso sobre la propuesta dada. Ecosecha nos propone que es posible fomentar, recuperar y difundir variedades hortícolas locales como propietarias de nuestra memoria colectiva junto con la utilización de espacios urbanos para la autoproducción de verduras.

 

Co-creación: Pensamiento y acción colectiva. Frente al modelo tradicional de inversión en el espacio público, basado en grandes cantidades de dinero manejadas por pocas manos, las iniciativas ciudadanas operan con muchos menos recursos económicos pero con mucha mayor cantidad de agentes. Esto requiere que el diseño no se interprete como algo alojado en el autor sino en la creación colectiva. El colectivo Basurama, a través de sus diferentes prácticas relacionadas con residuos urbanos, propone procesos de diseño abierto donde la comunidad explora el potencial de diseñar con otros. Código abierto, procomún, deslocalización y sobretodo colaboración están implícitos en este tipo de procesos.

 

I+d+I social: Practicar el común. Muchas iniciativas ciudadanas trabajan directamente con algo que Hardt ya enunció, la necesidad de practicar lo común frente a lo público o lo privado: La gestión del común sin la propiedad o fuera de la propiedad no es una cosa natural, espontánea. No es que eliminando la propiedad privada o el control estatal descubrimos nuestra facultad natural de gestionar al común. Al contrario, es algo que tenemos que construir. A la luz de estas consideraciones, Zaramari pone en marcha procesos de generación de propuestas, donde el barrio y su espacio público se convierten en el lugar de aprendizaje para los niños.

 

Bottom Up: Invertir procesos. Terminamos con el concepto bajo el cual podríamos enmarcar a todas las iniciativas. La base desde la que es posible iniciar el funcionamiento de estas nuevas ciudades. Los proyectos que se desarrollan de abajo a arriba son procesos en los que a menudo se producen negociaciones, generación de conocimientos, nuevas narrativas sobre el espacio y la identidad del lugar y de sus habitantes. Todo ello constituye un valor añadido que a menudo trasciende la dimensión física de la intervención. Surgiendo de la inquietud ciudadana  para los ciudadanos.

 

Son sin duda, cualidades ajenas a cómo se han desarrollado nuestras ciudades hasta ahora, y por la que #greenvía nace y apuesta, animando a organizaciones y administraciones a que presten más atención a lo que consideramos todo un ecosistema de esperanza en los tiempos que corren.

 

 

 

 

Alba Balmaseda Domínguez.(A Coruña, 1985) es arquitecta colaboradora del Vivero de Iniciativas ciudadanas en el desarrollo y coordinación del taller #greenvía. Esaú Acosta (Tenerife,  1978) es arquitecto co-fundador de estudio SIC y del Vivero de Iniciativas ciudadanas. Realiza investigación doctoral sobre formas de apropiamiento y construcción informal del espacio público. @desdevic

 

 

*”Paisajes apropiados”. Trabajo de investigación realizado por Esaú Acosta, Alba Balmaseda, Guadalupe Hernández, Arantxazu Luzárraga, y Carlos Ruiz. ETSAM 2011

 

 

Iniciativas participantes en taller #greenvía: Toxic Lesbian, Asamblea Arganzuela, Open Walls, Ecosecha, Biografías en acción, Colectivoarre, Desayunos ciudadanos, designarquitecture, EACEC, ENE, La Galería de Magdalena, Imayina, Aquí Tetuán, Madrización, Master DIWO, Metrónomo, Ruralcultura, Tecmerin, Ciudadano Verde, ACUNAR, En bici por Madrid, Respiro, Participaenburgos, Bodylab, Zaramari, Exedentes excess, Basurama, Goteo Cultura sostenible, Login Madrid, Ciudad y procomún, Bookcamping, Los de la luna, El péndulo, Agroalimenta LAB, La Metafísica de los cubos, Jardines de Ribera, y ciudadanos interesados en estos procesos.

 

 

 

Artículos relacionados:

 

Nada es más. Construyendo desde la renuncia, por n’UNDO

Softpower y 15-M, por Milagros del Corral

Una actitud llamada 15M. Apuntes sobre ciudad y ciudadanía, El procomún  y ¿Es posible la prosperidad sin crecimiento económico?,

por Emilio López-Galiacho

¿Y si tienen razón? El decrecimiento en Navarra, por Álvaro Guzmán Bastida

La edad de oro del cinismo, por Lino González Veiguela

El mundo se acaba, por Paco Gómez Nadal

15-M. Sin miedo y sin miedos, por Víctor Sampedro Blanco

Más del autor