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Mientras tantoStop Europa

Stop Europa


Imagen. Montaje de Pedro Pozas Terrados

Una investigación realizada por un consorcio de periodistas entre los que ha participado El País, han elaborado un documento estremecedor y que debería de ser en estos momentos junto con la ayuda miliar a Ucrania o la pasividad ante el genocidio de Palestina, temas de alto interés para ser discutidos profundamente ante las elecciones europeas. El ciudadano no puede quedar impasible ante la utilización de su dinero para actos de guerra o como se está denunciando, para que Marruecos, Túnez y Mauritania desarrollen un sistema para parar las migraciones a suelo europeo que violan los derechos humanos.

La Unión Europea al conocer estos hechos que seguramente ya conocían, debería haber abierto una investigación para corroborar o no la denuncia y tomar de inmediato las medidas necesarias para evitar estos atropellos que van contra la dignidad humana. El Tribunal Europeo de La Haya debe implicarse, porque de ser cierto y los periodistas de dicho consorcio así lo afirman, se estaría cometiendo uno más de tantos crímenes de lesa humanidad que quedan impunes por intereses geopolíticos y estratégicos.

Además de las miles de personas que mueren en el mar en su intento de llegar hacia un mundo mejor donde poder desarrollar sus vidas en paz, además de los muros de Berlín que se erigen en numerosas fronteras de países para evitar las entradas mal llamadas “ilegales”, además de los campos de refugiados que son verdaderos campos de concentración donde viven en tierra de nadie; se une la práctica de los países africanos al principio citados en el informe, en el que con grandes sumas de dinero europeo público entregadas para intentar frenar el número de personas que intenta llegar a Europa, miles de ellas de piel negra son detenidas, secuestradas y abandonadas en zonas desérticas, donde muchas encuentran la muerte.

Ya no sólo es el mar quien oculta bajo sus aguas a miles de personas que mueren por alcanzar para ellos el paraíso, sino también la arena del desierto, que entierra las huellas y la vergüenza de nuestra civilización.

Sin embargo, a pesar de estos crímenes contra la vida, la campaña europea se disfraza de ambigüedad, sin que los partidos presenten abiertamente sus programas y solo se dediquen en sus mítines en atacar a los adversarios, a pesar de que muchas decisiones que se realicen en el Parlamento Europeo, afectará tarde o temprano a nuestras vidas.

Es de gravedad, que desde Europa se inste a que debemos prepararnos para una guerra, que hay que dar incentivos a las empresas de armamento y que con nuestros impuestos y sin consulta previa, se esté utilizando para entregar armas y misiles a un país para matar, en lugar de volcarse diplomáticamente para la paz.

En la reciente visita del Presidente de Ucrania, España ha firmado un acuerdo de entrega de 1.000 millones de euros para armamento, mientras que según el Instituto Nacional de Estadística, España es el segundo país de la Unión Europea, superado sólo por Rumanía, de pobreza infantil que afectó en 2023 a un tercio de los niños españoles. Y mientras ello ocurre, nuestros políticos solo se preocupan de donar armas y originar con ellas muertes- ¿Hasta dónde estamos llegando con todo esto? ¿Dónde están los famosos objetivos de la Agenda 2030? ¿Qué clase de mundo vamos a dejar a las generaciones futuras donde ni siquiera las familias jóvenes pueden optar con un piso propio? ¿Para qué nos sirven tantos miles de políticos que tenemos en España o decenas de ellos en Europa, si no solucionan los problemas sociales de los ciudadanos? ¿No es hora de despertar, de abrir los ojos y comprobar que nos están tomando el pelo y que les debemos exigir que trabajen ya que les pagamos muy bien, que solucionen los problemas sociales y ambientales, en lugar de luchar por sus siglas partidistas y sus sillones?.

El ciudadano debe tomar las riendas de la política global y que no sea esta la que englobe nuestra ceguera. La agenda 2030, con sus objetivos, son un fracaso nefasto que intentan ocultar y violar los acuerdos de la misma. La protección a la familia, el no  las hambrunas y un sinfín de supuestos acuerdos a cumplir, son sólo una pantalla para lavarse las manos, mientras que todos los objetivos están siendo violados y retrocediendo hacía atrás sin lograr nada. Tenemos que buscar y apoyar a personas que se presenten y tengan un programa en defensa de la vida y el bienestar social.

Imagen: Montaje de Pedro Pozas Terrados

IUSTITIA EUROPA puede ser una alternativa, un camino diferente, una esperanza para que la voz europea esté presente en el Parlamento Europeo. Ahí se deciden importantes acuerdos que nos afectan a todos. Debe existir un tribunal europeo que juzgue los abusos y la corrupción también existente bajo la bandera azul con estrellas.

No se puede financiar a estados que violen los derechos humanos ni tampoco apostar por un aumento armamentístico sin sentido y fuera de toda lógica. No se pueden realizar acuerdos con países en conflicto para alimentar las muertes bajo el yugo de armamento  sin pasar por debates nacionales. No se puede permitir que nuestros impuestos se empleen para parar las migraciones de humanos que solo buscan un mundo en paz, a base de violaciones y crímenes de lesa humanidad.

Estamos en un momento delicado en la historia de la humanidad en el que se debería desplegar la diplomacia a su máximo nivel y llevar en nuestros corazones las banderas blancas de la paz. No pueden asustar a la población como lo hicieron ilegalmente  en los confinamientos por una bacteria que sembró la alarma al mundo y que aún no se sabe de dónde salió, oprimiendo a la población y criminalizando a los que no se ponían las vacunas, cuando ahora se está viendo el gran negocio de las mismas, sus grandes efectos secundarios y el negocio abusivo de las mascarillas, sembrando el miedo a la población.

Los ciudadanos europeos debemos dejar bien claro, que la actual política de Europa no es la correcta. Que se debe de realizar una limpieza donde las transparencia y la efectividad, sean factores de un nuevo resurgir unidos a un mismo lema, la Paz y con ella a combatir de verdad y con claridad la pobreza infantil, la crisis climática, el bienestar social en toda su amplitud, el futuro de nuestros jóvenes, cumplir los principios básicos de la constitución en un trabajo para todos, una casa digna para todos, en un salario digno para todos y muchas otras realidades olvidadas por nuestros políticos como la sanidad pública, universidad para todos gratuita y un largo etcétera de acciones eficaces y reales.

Debemos hacer un Stop de la Europa actual, dejar de  mirar a otro lado y buscar siempre la dignidad de todas las personas,  sean del sexo que sean, de la raza o color, evitando en todo momento la violación de los derechos humanos e impidiendo que con nuestro dinero, se justifique con crímenes injustificables.

De la trayectoria que elijamos en las próximas elecciones europeas, así serán los avances o retrocesos de una humanidad abierta a la empatía y al amor entre los pueblos, desterrando el odio y la corrupción, formando juntos un nuevo camino de justicia y  ondeando con orgullo la bandera azul que nos representa y transformado las estrellas en palomas libres de la paz.

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