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Mientras tantoTatiana Bensa: ¿Quién podría decir que no a ser corresponsal en París?

Tatiana Bensa: ¿Quién podría decir que no a ser corresponsal en París?

La fábrica de historias   el blog de Iara Matiñán Bua

 

Tatiana Bensa

 

 

Conocí a Tatiana Bensa, corresponsal en París de la radio colombiana W Radio, gracias a Juan Pedro Quiñonero, el corresponsal en París del diario español ABC. De ella me llamó la atención que fuera capaz de vivir como freelance en París, una de las capitales más caras de Europa, y la cantidad de distintos medios (televisión, radio y periódico) en los que trabajaba al mismo tiempo. Quedamos en una pequeña cafetería cerca de la Basílica del Sagrado Corazón del barrio de los artistas de Montmartre para tomar café con leche y galletas de chocolate blanco. Y pedirle que me relatara su historia.

 

Tatiana Bensa: ¿Quién podría decir que no a ser corresponsal en París? 


¿Por qué decidiste ser periodista?

El periodismo es una profesión que me atrajo desde muy temprano. Debía tener unos 15 años cuando pensé por primera vez en ser periodista. En un principio creo que me gustaba la idea de un cierto estilo de vida que uno se imagina: viajes y coberturas por todo el mundo, una aventura nueva cada día, presenciar momentos históricos y contarlos. Luego me fui dando cuenta de que, además de ese aspecto, que puede ser un poco fantasioso, estaba el deseo de comunicar, de contar historias. Una cierta idea del deber de transmitir la información.

 

¿Cómo fue tu experiencia trabajando en la cadena de televisión Cuatro?

Fue una experiencia muy enriquecedora. En Cuatro empecé mi carrera y aprendí desde cero. Nunca había hecho televisión y tampoco me había imaginado trabajar en ese área del periodismo. Descubrí que el periodismo audiovisual te da muchos elementos para contar una noticia. No solo la palabra, sino también la imagen y el sonido. Hay un gran espacio para la creatividad y es sin duda un medio masivo que permite llegar a muchísima gente. En Cuatro tuve además la suerte de tener unos compañeros de trabajo, excelentes profesionales y muy generosos, que dedicaron tiempo a enseñarme. Trabajar dentro de una redacción puede ser duro pero aún así guardo muy buenos recuerdos de esa experiencia.

 

¿Objetivo: París?

¿Quién podría decir que no a ser corresponsal en París? Cuando la oportunidad se presentó, no lo dudé ni un minuto. Es una de las capitales más importantes del mundo y donde se genera mucha información ya sea nacional o internacional, política, economía, cultura, moda, deportes. Siempre hay algún tema y París siempre es foco de atención. En lo personal, ya había estudiado toda mi carrera en Francia y vivido algunos años en París, entonces era un terreno conocido y el aterrizaje me resulto menos complicado.


¿Te imaginas volver a Argentina?

No en este momento. Por motivos personales y profesionales. Hace ya 12 años que vivo en Europa y volver a Argentina no sería tan sencillo. Por otro lado, veo a mi país pasando una etapa complicada. Mucha división en el espectro política, una situación económica inestable.

 

¿Cómo definirías la vida de un corresponsal?

Es muy entretenida pero también requiere una gran dedicación, saber que no hay horarios y muchas veces no hay fines de semana. Uno está permanentemente siguiendo las noticias y como es el único, si pasa algo, te toca salir corriendo a cubrirlo. Más alla de esto, creo que ser corresponsal es una posición privilegiada. Puedes elegir tus temas, proponer, tu opinión y percepción cuentan porque eres la persona que está sobre el terreno. Eres testigo en primera persona de muchas cosas.

 

¿Crees que la mayoría de los periodistas vivimos en condiciones precarias? ¿Por qué?

Creo que como en otras profesiones también hay un poco de precariedad en la nuestra. Empecé a trabajar hace unos 6 años y me tocó la época en la que, debido a la crisis, ya era muy difícil conseguir un contrato fijo. Conozco a muchos compañeros que acumulan los contratos temporales de meses, semanas y a veces, hasta de apenas unos días. Es una situación poco estable. Como corresponsal, veo que la mayoría de los periodistas solemos ser freelance.

 

¿Podrías describirnos cómo fue tu situación cuando Cuatro comenzó a cerrar sus corresponsalías?

Me produjo mucha tristeza el cierre de CNN+. Se perdió una televisión en la que se hacían emisiones serias y de gran interés y fue duro para todos los que estaban implicados en ese proyecto. Cuatro ha podido seguir adelante y aunque con algunos cambios, los corresponsales también seguimos allí.

 

¿Qué le dirías a los lectores para convencerlos de que el trabajo de un corresponsal es importante?

Para un medio de comunicación tener un corresponsal significa tener una fuente de información propia en el país desde donde se quiere contar una noticia. El corresponsal siempre puede aportar algo extra, por su conocimiento del país que cubre, por su presencia sobre el terreno o su acceso a fuentes directas.

 

¿Cómo definirías París (visto con los ojos de una periodista argentina)?

París es una ciudad con muchas facetas. Es una ciudad monumento, el corazón de París ha cambiado poco si se la compara con Londres o Berlín. Es una ciudad que va a un ritmo más lento, aunque para muchos puede ser muy estresante y solo piensan en trabajar unos años aquí y luego irse a vivir a la provincia. Pero hasta el día en que uno está más enojado con París basta ir en el bus y levantar la cabeza cuando pasas por el Pont Neuf, ver el Sena, al fondo la Torre Eiffel, al otro lado, las torres de Notre Dame y pensar que tienes unas suerte enorme de vivir en una ciudad tan bella como esta.

 

Dinos tres sitios de París que no aparezcan en las guías turísticas ni en los programas de viaje

Los turistas no suelen llegar hasta el Canal Saint Martin y es uno de mis sitios preferidos de París. Pequeño canal que arranca a la altura de Republique y se pierde por los suburbios el norte de la ciudad. Los que vieron la película “Amelie Poulain” recordarán que la protagonista iba allí a tira piedritas. El parque de Bercy y, llegando hacia el final, los antiguos depósitos donde se guardaba el vino Saint Émilion y que desde hace unos años han sido recuperados y convertidos en un pequeño paseo peatonal y comercial donde es agradable tomar o comer algo. El barrio Ell Marais (La Marisma) es muy turístico pero poca gente llega hasta la Place des Vosges, una de las más hermosas de París, en mi opinión. 

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