Mi amiga Pi, a la que le daría parte de los ingresos de este blog en el caso hipotético de que existiesen, me nutre de jugosas anécdotas cada vez que la veo. El otro día me comentaba que tiene un amigo (a quien ha prometido presentarme porque a un sujeto que gasta estas frases esta servidora le tiene que conocer), pues que su colega tiene puesto el número del teletaxi en el cabecero de la cama. Y que, y cito textualmente, “no ha acabado de correrse que ya está marcando el número para que la venga a recoger el taxi y llevársela a su casa”.
¿Os parece un ordinario? A mí, visto lo visto y considerando que el mercado está muy pero que muy mal, me parece casi un caballero. Porque no os contaré yo la de tipos que ni se molestan en llamar al taxi y tienes que marcar tú… Que ni que fuese conferencia, hostias.
Yo estoy de acuerdo con él, qué necesidad, después de un polvo, en quedarse a dormir en casa de nadie o que se queden a dormir en tu casa. Noooo, no. Norma número uno: no se duerme con quien se folla. Pero no por estupideces de “no me vaya a enamorar” ni gilipolleces de éstas. No: no se duerme con quien se folla porque se duerme muy a gusto sola. Anda que no estoy yo a gusto en mi cama super grande para mi sola, sin tener que soportar los ronquidos de nadie, sin tener que dormir con “camisón de follar” (que a mí me gusta ponerme el mío calentito en invierno y una camiseta en verano)… Que se duerme muy bien sola hombreya.
Esto estábamos comentando Pi y yo cuando le dije que el otro día me enrollé con un tipo, un foráneo (no es que sea de Australia, que simplemente no es de Madrid). Y me dijo, mientras me besaba (bueno, en una pausa, porque besar y hablar no es posible): “Tengo que ir a Madrid a verte cuanto antes, voy un día. O mejor, voy tres, así podemos dormir juntos varias noches”.
En ese justo momento le miré y le dije: no. Así, porque yo soy muy arisca, que dice mi amigo virtual Christian (no, no es un amigo invisible, es un amigo tuitero). No. Que hay que decirlo más a menudo. No.
Y repetí como una letanía: no se duerme con quien se folla. A otro amante que tengo, que es del Sur, porque hay que tener en cuenta a todas las Comunidades Autónomas, que si no luego se celan, también se lo hice la primera noche. Estábamos en su cama de la habitación del hotel, tras el primer polvo, y le dije que me iba a mi habitación. “¿Te vas, no te quedas a dormir?”. ¡Venga hombre, y si eso ya puestos también te abrazo después de follar!
Esto es algo que siempre (y equivocadamente) se nos ha achacado a las féminas. Claro que también se nos ha achacado que buscábamos casarnos, tener hijos, que nos mantuviesen, que nos encanta coser, que no nos gusta el sexo, que no se puede debatir con nosotras porque sería demostrar superioridad intelectual (hola Cañete, te has lucido macho), etcétera.
A ver, qué os pasa tíos: ¿las tías somos los nuevos tíos o de repente estáis leyendo mucho a Corín Tellado? ¿Dormir con vosotros? Ni que estuviésemos casados.
Lo que Pi y yo nos preguntábamos es si estas preguntas estúpidas las planteáis por puro postureo, pensando que la mujer quiere oír esa frase, o si es que de verdad estáis tontos y os ha afectado Love Actually.
Desde este foro anónimo de debate os animo por favor, a dejar vuestras impresiones a este respecto. Y si estáis buenos, sois elegantes y educados (y limpios), dejadme también vuestro móvil.
Besis.